sábado, agosto 30, 2014

AL GUSANO EN MÍ



En ojal del vacío, dejo tu sonrisa colgada
por si se me ocurre buscarla, alguna vez.
Vez de esas que no doy con paradero fijo
y me doy nuevamente con tus recuerdos.

Camino; y camino sin buscar un horizonte
ni nada que me provoque las ganas de ser.
Ya he superado los estigmas del que cree,
como si creer fuera una fuerte de propulsión.

A veces, cuando la tarde cae en el sueño,
adivino tu mirada escrutando en mis errores,
y siento, ¡oh, pobre de mí!, como si aún
te importasen las llagas de tantas heridas.

martes, agosto 12, 2014

Se me ha podrido la espera

Porque se me ha podrido la espera,
hoy salgo a buscarla hasta dar con ella,
sea dónde sea que se encuentre,
o la encuentre, ya sea que esté indispuesta.
Pues se me han derretido las agujas del reloj
y la bienaventurada soledad
ha dinamitado todas las posibles estaciones.
Hoy, me declaro nuevamente andando,
bajo este cielo roto de bombas que caen;
y la amenaza se me hace más latente,
de hallarme tristemente final, y sin regreso.

A olvidar y callar

Magisterio, el de las noches
dejar en la oscuridad
rastros de nombres, en silencio,
y proclamar el brillo prestado de alguna
que ha recibido más de un millar de halagos
a cambio de iluminar ciertos caminos
para otros que ni la amaban.
Esto es lo aprendido, a olvidar y callar.
Yo la he amado, sabiendo que no es debido.

Ciertamente

Al mal paso voy enfrentando
el paso definitivo
porque es menester afrontar
el latigazo del ser y el estar
sin otra consciencia
que la de haberte querido tanto
que hasta la piel se me ha desgajado
en esto de la amarga espera.
Así es; ciertamente, tu vientre
danzaba en el oleaje de mis deseos
y, de vez en cuando, la soledad
venía tras de ti, cuando tu ausencia.

Sus ojos me hablan

Sus ojos me hablan en un idioma
que no puedo traducir en palabras;
pero, me gustaría dijeran mi nombre,
así como yo callo el suyo en mis versos.

En plena crisis

Incapaz de distinguir
cielo por nubes
tragó todo lo que debió guardar
para sí
en plena crisis mundial
de los besos sin labios.

Speculum 4

Detrás de su sonrisa impresa
en el cristal de mi necesidad
no verle hoy, es como el no ser
y la muerte es solo una palabra.
Detrás, siempre detrás, usted
dando con todas mis excusas
me devuelve su sonrisa astral
con esa palidez de la ausencia.

Vicios

No sé si sea uno
quien se vuelve un correlato
de sus propios vicios
o si son ellos
quienes van hilando la trama
de mates, cigarrillos y vino
de mañanas, tardes y noches
en la supresión de nosotros mismos.
No; no lo sé, de verdad.

Speculum 5

Puedo abrir con mis besos
-y tengo todas las llaves-
la bóveda celeste y arrebatar
sus ojos para mis pasos
para mirar y mirarme en su mirada
y embriagarme en su dulce canto
junto a las sirenas de la mar.
Puedo, así como ella también quiere,
naufragar en los océanos de su amor
y descansar sobre su vientre de estrellas.

Una voz se apagó

Una voz se apagó en el horizonte,
y entonces,
ni el firmamento volvió a ser el mismo
ni lo fue ya siquiera el silencio.

Sortilegios II

Como sé que aún debo ejercitarme
en toda clase de imbecilidades,
cargo con toda una sed mitológica
de salvajes bestias y de asesinos.
Pero, también me he soñado
corriendo furtivo tras los bostezos de luz
entre los árboles de un bosque aguerrido
despedazando ilusiones infectas
frente a las lágrimas de millares de niños.

Sortilegios I

Para verla sangrar estrellas
Me ha sido suficiente la noche
Y entonces, he corrido tras los ríos
Para atestiguar en los vientos
La corriente que me lleva a su herida.
Lejos de esta ciudad iracunda
Entre las ramas de copas que lloran
Los pájaros también se derraman
En cantos venidos desde la nada.

A fuerza de tachones

Tengo un cuaderno que se expresa
a fuerza de tachones,
y no van con versos fijos,
de esos que bien se dicen, cuando no dicen.
Disuena. Disuena como nadie
o como nunca mejor nadie.
Mi cuaderno de tachones azul poético
y de pocos versos - más pocos que casi nada-
no dicen, descubren, develan mis silencios
y me dejan desnudo a golpes de luz
entre escombros y sutilezas, robadas a la luna.
Son tachones que no callan, vociferan;
ahuyentan todo lo que no se lleva el viento
y me dejan varado, donde la noche
se hace con las sombras y las embaraza
de hijos que luego van a nacer entre palabras.

Versos perdidos I

Lo bonito... no era solo su mirada;
sino el sol naciente de sus ojos.
Ella no llegaba, solo despertaba
y el día se rehacía, de extremo a extremo.

Versos perdidos II

Lo bonito... no era solo su mirada;
sino el sol naciente de sus ojos.
Ella no llegaba, solo despertaba
y el día se rehacía, de extremo a extremo.

Versos perdidos III

Solo porque muerdo y ladro,
y a discreción,
dicen que merezco ser llamado:
perro loco, azul, verde o morado,

y que eso puede variar,
según la intención
y dependiendo de la profundidad
y de las ganas que ponga en el desgarro.

.

de VERSOS PERDIDOS, MAGIA ENCONTRADA

Multitud - otra versión

Soñarte, aún en medio de la multitud,
ha sido sembrar pesadillas en la soledad;
y como cuidar de una estrella en un jardín,
en el gozne de las madrugadas y la nueva luz.
Ha sido también, un desandarse
en absurdos de historias primeras,
donde no hubo génesis ni habrá revolución,
y donde lo más oscuro de nuestros pasos
se juega en un debate con sombras ciegas
las fronteras de una tierra sin amor.

Interno 35

Al igual que ciertos vicios psicodélicos
ahí, donde lo basto se limita por las palabras
la poesía será... Y entonces,
millones de girasoles mecánicos
vertidos del revés,
fecundarán nubes de azules penetrantes
y en la tierra, correrán ríos de alucinaciones
como esos galopes que nos suenan de noche,
en medio del silencio y los momentos de espera.

Silencios maduros

Llueven sorderas de antaño, ácidas,
como sutiles marcas de quemaduras;
mientras, la bendita prole de los años
acelera el crecimiento del olvido
para hacer temblar, desde las sombras,
el legado frívolo de las miradas. Ellos,
esos otros que fueron, ya no se hablan
sino con excusas de silencios maduros.

La sangre corre

Donde las nubes hacen agua,
por esos tajos,
mi pasado se desangra
a chorros de recuerdos.
Claro, usted debió creer que la sangre
era ese efecto del reflejo
de la luna en el río,
cuando al sol, por sus designios,
se le da por teñirla de mujer. Pero no,
la sangre corre y no es la luz,
ni los sentidos
ni la esencia viva de los cuerpos ausentes,
en el fondo silencioso del mar.

Eres el alba

Hija de todas mis noches, eres el alba;
llegas cortando el desvelo sutil
con tu mirada
e iluminando la totalidad de mis deseos,
cuando mi piel toda
te nombra su dueña.
Eres la cifra que susurra el resplandor
y la cálida brisa que corre extasiada,
entre las venas que explotan,
antes, durante y después de los tiempos.

Silencios mutuos

Nunca hubo lluvia
que no inundara su mirada,
ni cuarto deshabilitado
por la desesperanza.
Así la conocí...
con sus párpados de lágrimas
y su voz de venir
de andar ahondando los infiernos.
Sus palabras
empapelaban de blanco a las mías,
cuando asistíamos
al festín de los silencios mutuos,
con un verbo de sangre
flotando en el espacio. Ella...
afilaba su sonrisa de navajas
en el péndulo pétreo de mis ansias.

Mi epicentro es tu voz

Mi epicentro es tu voz,
oculta bajo una lluvia del verano;
y, aunque no siempre moja, aturde.
Es mirada que rompe entre palabras;
y es la que me sabe, a cada paso,
en la intuición de un nuevo desvelo.
Mi epicentro, en fin, es tu voz
quebrado por tanto silencio.

Párpados vacíos

Tengo los párpados vacíos
de tanto saciarme la mirada.

Tu boca no es el beso

Tu boca no es el beso; pero tú
eres esa paloma de vuelo herido.
Yo te conocí por el rastro de sangre
que dejaron en el cielo tus amantes,
al intentar seguirte con las miradas.
Tu boca no es el beso; pero tu sed
es todo este cielo vestido de océano,
y el naufragio de mi propio diluvio.

Veinte mil lenguas

Veinte mil lenguas
de viajes subcutáneos,
y encontrarte acá
al alcance de la mirada.

La poesía caerá

La poesía caerá por su propio peso;
o será muy otra cosa,
como para gravitar
entre las altas nubes del cielo.

Los relojes

Los relojes
no cuantifican el tiempo;
cualifican a los idiotas
que ve pasar sus días por ellos.

Desapariciones

De a poco, el olvido echa raíces en mí
y en todo aquello que, alguna vez,
pudo representar, sin ir más allá
de las palabras, y luego desaparecer.
De a poco, todo cuanto nos importó
queda reducido a nada; y ya ni el nosotros,
que alguna vez fue algo,
solo será, a partir de ahora, sombra y nada.

Acostado

Acostado y sin poder dormir,
uno parece un raro juego de sábanas
con vida y sentimientos propios.

Ahora que te vas

Ahora que te vas,
me queda tanto por conocer del olvido,
que he reservado
el muro más blanco de mi memoria
para colgarte como diploma.

Indiferente a todo

Me amanece más nublado
y menos pensado que ayer
sigo mordiendo tu ausencia
indiferente a todo... y de mí.

Que alguien explique

Hice de ti la conjugación universal
del verbo amar, mientras el mundo
se desarmaba... en cruenta muerte.
De ti tomé las cifras para dar en mí
con la clave toda de tus nombres,
cuando las tardes caían en la noche.
Aquí estoy, tratando aún de justificar
las sombras lobas de esta guerra,
en tanto que la sonrisa de un niño
se parte en lágrimas contra la tierra.
Que alguien explique, ¿cómo ha sido
todo esto posible, señor? ¡Por favor!

Amar como la llama

Yo solo sé amar
como la llama ama al leño;
no te me acerques
si no estás dispuesta a arder.
Te lo digo, con la sinceridad
que solo es capaz el incendio.
No seas ingenua, mujer,
que de mis quemaduras
no curaras, ni con la gracia
de los próximos diluvios.

Tus sombras

Y aunque tus sombras sean profundas
y dejen en mí solo rastros de oscuridad,
he de buscarte en la noche de la noche,
y en la sonrisa dentada de la muerte loba;
en la calvicie de esta luna vil y sangrienta,
y en el costado frío y silente de la ausencia.

Mis silencios

Mucho no importa...
Muero de mis silencios;
de esos desgarros
de palabras ausentes...
de esas palabras
que se mueren en los labios;
y que yacen
como cadáveres de mal aliento.
Mucho no importa, lo sé;
palabras que me ahuecan.

Me dolerá

El olvido de tu amor me dolerá
lo mismo que a ti la espina
que llevas clavada hondamente,
precio debido por mi traición.
Pero así seguiremos, mi amiga,
donde los días y las noches
caen en la sucesión inevitable
y la oscuridad, que todo lo tiñe,
borra de un plumazo los detalles.

En síntesis

En síntesis,
nos dejamos
para encontrarnos.

Soy una mutilación

Hay cuerpos que sobreviven
a toda clase de mutilaciones;
mas yo... soy una mutilación
que sobrevive a este cuerpo.

Abrazos ceñidos - Otra versión

Nos quedan los abrazos ceñidos
a un costado de todo anhelo
de esos que casi y que por poco no se sienten
en el desborde de la ausencia.

Ojal cerrado
en el hueco negado de la existencia.
Nada por ver. Solo unos pasos en rodeo
contorneando el filo del vacío que queda
tras venir de perdernos
tras las mutilaciones: dos son las manos
uno el abrazo y otros los labios.

Las caricias y sonrisas...
donde otros son los besos.

¿Y por qué no abrir
una herida de muerte al silencio
con uno de esos gemidos,
que bien sabemos los dos?

¡Ah, sería tan bello ver a las noches
sangrando y mordiéndose de la envidia!;
y ver, además, sus lágrimas...
empapando nuestras sábanas todas
rendidas después del amor.

Colores

Solo me gustan los colores
que se pueden palpar. Del resto,
¿a quién le puede importar
tocar el cielo, si para mí el arco iris
está debajo de tu cintura?
De ti bebo la amalgama
que da tinte de vida a la escena.

De los desamores

De pronto, uno despierta al día
de los desgarros todos del alma
e intenta reunirse en sus partes
sobreviviente de las mutilaciones.

De repente, el nombre desaparece
y la promesa rompe en fragmentos.

"Era de esperar"-a lo lejos
susurra una voz socarrona;
y el cielo pierde sus colores
y el sol lacera con sus rayos.

¡Cuántas mitades buscándose
se agitan en los valles del desamor!

Pronto, nos damos en ser
un hervidero de preguntas;
de respuestas quebradas
que no llegan nunca
de solicitudes olvidadas
por alguien que también
se desarma en preguntas.

Así estamos, enterrados, solos,
en las ruinas de la indiferencia.

La gente se muere

La gente se muere, y aún así,
no se deja de fabricar proyectiles.
¡Vaya mundo, en el que vivimos!
Yo la miraba desde lejos, y moría; ella
me miraba desde cerca, y me mataba.
Igual, se dice que entre los ciegos,
el daño está más que asegurado.

lunes, junio 30, 2014

Yo la quería así, feminista y trostkista - Prosa

El abismo asomaba a mí, cada mañana. Trabaja todo el día, para que a ella no le faltara nada. Yo la quería así, feminista y trostkista; luchadora incansable de la noche; y obrera de mi pedacito de cielo.

Su voz era un campo minado para las ideas tibias o de color gris; y su boca un desfile anárquicos de proclamas. Sus piernas eran misiles intercontinentales; sus manos un puñado de balas de cobre y plata. Sus pechos eran granadas de mano, siempre a punto de estallar en mi labios.

Aunque nos amábamos, hacíamos poco el amor, más la guerra, y mucho mucho el sexo. Era la forma más revolucionaria para hacer estallar el cielo. Ella me miraba y enseguida se encendía la dinamita, de su voluntad de gatita en celo. Siempre en la cama, durante el día, ronroneaba entre las sábanas al escucharme entrar en la casa, apenas pasaba por la puerta.

Cada mañana era un despegarme de sus huesos, sin que ella se diera siquiera cuenta. Quedaba agotada -decía-, y ese era mi consuelo, luego de cada asalto. Cada rincón de nuestra habitación, parecía un cuartel tomado, o al menos, un plan finamente calculado. Todo estaba copado con su nombre, su ropa, la mía, los delirios y la fiebre. En casa, los rayos del sol casi ni entraban; a cambio, yo era el único con el derecho a penetrarla.

Sigilosa y afilada

Usted me acontece...
no importa cómo ni cuándo.
Solo sé que cuando llega
ya está plantada en mi camino.
Sé de su orden y sus reveses
y del beso que tras la sombra
va dejando a cada uno de mis pasos.
Y en lo que pasa
sigilosa y afilada por mis costados
siento al nazareno desangrado
dejándome ese sabor amargo
de haber descubierto
mucho más de lo que buscaba.

La secreta intuición - Prosa

No es que me moleste compartir el espacio vacío de tu nombre con las sombras. No; no es eso. Es más, a veces, siento que le desprendo a tu recuerdo la ropa que ya ni recuerdo, y te dejo desnuda... vestida solo con mi verbo. Sé que te extraño, y añoro tu presencia entre mis cosas.
También extraño esa absurda obsesión tuya por traer el orden a mi vida; y esa desprolija forma de amarme entre los versos, los poemas y los libros, ha traído y dejado en mí, la secreta intuición de una herida, entre las cosas que me rodean y sus nombres, antes de poder aprehenderlas con las manos.

De ti, en ti

Dime la verdad
aunque suene a martillazo
en el culo de una bala.

Yo gatillo
tu apunta
el nos juzga.

_____ * * * _____

No se alucina

(el ácido hace
lo que le es dado hacer)

Luego, tú eres el alucinógeno.

Anonadado

1.
Como un tibio despertar
de domingo por la tarde

o como una plegaria
desarmada en los labios

ahí te voy a encontrar

tan íntima mía e intuida
como el revés oscuro de la luna

2.
nadando ando
hondo
sin mirar atrás

como palabra
que se desborda en silencio
en la tranquilidad de tu nombre

ando
y avanzo a nado
en medio de la nada

3.
cruzo veredas
que separan
los verdes de lo amarillo

el azul del rojo
en la verdad de las mentiras

ando
y ando a paso de nado
en la nada
más honda de mis pasos.

Teatro del fuego

1.
Puede ser que sea cierto
lo de su gesto rozando en la memoria

2.
y en esta tarde que asoma
se ve crecer tras la luna de sangre
entre sus nalgas y su vientre
la escenografía ideal para la entrega

3.
sus ojos
(no ya su mirada)
completan el cuadro silente

en el fondo del estero... un gemido

4.
en la oscuridad
la concurrencia aguarda expectante

el silencio se quiebra
en medio de sordos pasos

5.
de un bolsillo
la noche salta al fuera de foco
y se instala
como única fuente del diálogo

6.
los amantes cruzan caricias
y se traspasan en las palabras

se penetran
se llenan
y se desbordan

el beso ha parido la muerte
el final
y los aplausos.

Lunes de caos musical


Desayunarte, ¡oh, lunes de hastío!
es como batallar sin amor el sexo.
Así te me haces latente, en tu ser
de comienzo de reproches diarios.

¿Y si te quisiera con todos tu horrores?
Lo he pensado mil veces. Lo he sentido.
Entonces, mi espíritu ha entrado triunfal
al desmembramiento de los antagónicos.

¡Oh, lunes de aspiraciones banales!
en tus ojos de domingo de derroche
me reincorporo al pie de lo cotidiano.
¡Luces incandescentes, despierten!

Paso por los portales de la nueva ciudad,
y ordeno que todo debe arder sin disimulo.
Los hogares todos, las viejas costumbres,
las tradiciones de tiempos remotos, ¡todo!

¡Las ciudades desintegran sombras!
el renacimiento de las nuevas horas.
¡Todo deviene!, ¡Es el eterno retorno!
¡La vida por delante, los sobresaltos!

Y me prometo... que sobre estas ruinas
edificaré un palacio en espuma efímera;
que haré las horas y hasta el sin tiempo;
que me daré al cultivo del dios del sueño.

Al cabo, la calma se asienta en uno.
Los pasos se aceleran hacia un café
y ella... feliz espera, la gota de rocío.
¡Hoy, la lluvia está preñada de ilusión!

¡Los pájaros trinan la renovación de la luz!
En las plazas, las fuentes cantan silentes
el juicio que ahora olvida la voluntad ciega.
Todo es parte de un caos musical urgente.

Flashes de la mañana



Ponte la desnudez de estreno
que voy a fotografiarte el alma,
desde la piel en que te revelas
hasta los raptos de luz
en tu mirada. Quiero captar,
en un mismo instante,
la imagen de nuestro deseo,
en los flashes de la mañana,
y la naturaleza desbordante,
del uni-verso a nuestro alrededor.

Te amo distante

Reconozco que te amo distante
lejana como recuerdo de otro
o como el vestido que dejaste
para cubrir la desnudez del vacío.

Digamos que me fascinas volátil
pero he tenido que pactar con arañas
para que tejan en hilos de urgencias
sábanas que te sostengan a la cama

cuando ya se me pone imposible
alcanzarte entre las manchas
que dibujan tu sonrisa de ángel
en lo inconmensurable del techo raso.

Resistencia

Nos dimos en crear la resistencia
desde los resortes vencidos de nuestra cama.
Las almohadas no paraban
los disparos de nuestros besos;
y las caricias bajas
eran una infracción poco tolerable
pero a su vez, adictivas.

Si un cuerpo no arde por amor
tampoco puede servir para la guerra.

Amanecer con tus labios pariendo soles
hablaba amorosamente
y a su modo, sobre lo que había sido
la copulación de las noches entre mis brazos.

La vida sin sueños

Dime, ¿cómo no amarte
si tus brazos eran de llamas vivas?
y, ¿cómo dejar de pensarte
distante de los amaneceres
si toda tú eras un despertar
como excusa ardiente del fuego?
No, esto no es posible.
Y la vida sin sueños
es solo un juego
de luces incandescentes
apagándose
entre los rumores de la ausencia.
Y si te ibas por algún tiempo
¡ay, si te ibas...
ausencia-esencia de mis desvelos!
ya ni la muerte tenía
ese romántico atractivo
antes los ojos desencajados del día.
Era algo así
como el todo insufrible del horizonte
o como aquella lava candente
consumiendo de a poco las horas.
¡Oh sí, mi oscuridad flagelada!
desgaste en telares de savia
entramando los rastros de pasos
que se alejaban en la madrugada.

Desde siempre

Hay momentos, en los que quiero
que entre nosotros
solo medien nuestros silencios;
y así, dejar posar entre mis besos
la flor de tu sexo de estrellas.

Pero hay otros,
en que necesito de tus palabras
jugando en la punta de mi lengua,
como agua fresca, como salto alegre,
en el manantial de nuestros deseos.

Hay veces, en que mis manos
te buscan y dan contigo en mi sexo,
cuando la oscuridad
te transparenta, y tu nombre
se hace carne de mis anhelos;
entonces, simplemente, me entrego.

Veces, en que tu mirada me ahonda
y navegas en mi mirada, y tu beso
se hace conmigo, tras mi boca,
siempre, eterno, y desde siempre.

Solo debías entrar

Mi vida fracturó puertas
con cerrojos
y dejó echar luz
desde adentro
para marcarte el camino.

Solo debías pasar, y lo hiciste.
Solo debías entrar, y lo hiciste.

Desde entonces, ambos,
nos desvivimos por y para el otro.
Hemos aprendido a amarnos
en un reflejo embellecido
para saber acompañarnos
cuando nuestras soledades
se encuentran en un abrazo.

El mundo no ha visto ni verá
desde entonces
a seres más felices
latiendo a unísono
en dos corazones fundidos.

Tajo al vacío

Le abriré un tajo al vacío
con tu nombre
para llenarlo con el espacio
que te guardo
desde que no estás.
Y otras veces
haré un lecho de versos
para traerte hasta mi lado.



Poema de amor

Y aunque fallo en el intento
por deshacerme en tu nombre
como fantasma en procesión
de clamores silentes
o como noche que se ha tragado
la luna a bostezos...
voy a tender puentes de espinas
para llegar y besarte. Quizás
tu nombre contenga las cifras
y callarte implique sembrar el caos.
Tal vez, cerrados como la medianoche
tus labios brillen como sonrisa
de alegre dios que se distrae
recreando universos vastos.

Hay recuerdos

Hay recuerdos
con sonrisas de puestas de sol
o como de cicatrices profundas
acción del bisturí
de lo más efímero y eterno.
Donde hubo motivos
días esperan. Mis ojos
se vertían desde una mirada
presta a ser el rocío
que acariciaba sus mañanas.

Últimas plegarias

1.
Me han dicho
que debo desacostumbrar
el hueco que supiste tejer
entre mis brazos;
porque te vas, inevitable,
para quedarte inalcanzable
a mis manos.

2.
Yo no sé cómo es posible
este desgarro del adiós último,
y de la palabra quebrada.
La verdad, no lo sé;
pero me partes, desde hoy
que te vas, a pasos de tiempo,
borrando en el vuelo las huellas
de tus abrazos y besos primeros.

3.
Te vas; te me estás yendo,
en manto de oscuridad
envuelta, sin regreso.
Te vas, y te llevas contigo
mi última sed de desasosiego,
como siempre,
enseñándome el camino.

Se irá todo

Esto no es una elegía;
ni siquiera podría romper en voz
la pena que me atormenta.
Las horas pasan, leves para mí,
mientras a ella le tiritan,
en archipiélagos de muerte,
las manos de paloma en escarcha.
Su gesto se irá, su voz, su melancolía.
La infatigable noche se irá,
sus penumbras de olvidos;
se irá todo; nos quedará el vacío.
En casa, los muebles, las sombras
la tos de temblores sagrados
tras las puertas, en los pasillos,
se irá todo, y no quedará nada.
Esto no es una elegía;
nunca podría serlo,
para quien escapaba, con horror,
de los incontables dolores del pasado.

Esta noche

Viernes, 27 de Junio.
Estación de colectivos.
01:20 am 

Hay veces
como esta noche
en la terminal de colectivos
que solo preciso
de un color de ojos

tal vez sean verdes
para viajar tan lejos
como se pueda o deba.

Veces en las que siento
que la distancia
es solo un mirar
en varios colores

y entonces
remonto en luces
que no se apagaran
aunque cierre
con fuerza los ojos.

Llueve en Tucumán

Viernes, 27 de Junio.
En ruta hacia San Juan. 
02:15 am. 

Sé que muchas veces
nos ganó la torpeza de no ver
cuando nuestros ojos
desafiaban al sol, abiertos.
Claro que lo sé
¿cómo disimular la ceguera?
Tú reinventabas las miradas
ni bien abrias los cielos.
Ahora llueve en Tucumán
y espero no tener que imitarlo
cuando llegue a mi desierto.

Amanece

Viernes, 27 de Junio.
Ciudad de La Rioja.
08:10 am

Amanece ya en La Rioja.
El cielo ha trago la lluvia
y amenaza luz a doquier.
¡Hasta los perros cantan!

Los caminos del milagro
desbordan espinas de oro.
Un gps de incertidumbre
ha sido siempre mi guía.

Quedan unos 500 km aún.
En mi jardín nacen abrazos
enredados a rayos de sol.
Nunca fueron más los km.

Nos exigen

Ambos compartimos
un mismo cansancio.
ella por vivir demasiado,
yo por vivir a la demasía.
Exigen. ¡Nos exigimos!
Y tal vez, alguna vez,
seamos libres de todos.

La vida plena

Domingo, 29 de Junio.
En la huerta familiar.
Santa Lucía - San Juan 
13:05 pm 

Atravesado por la luz,
mis ojos se quiebran
bajo la escarcha blanca,
cruzado de mediodía.
Estoy de pie, desafiante,
erguido y de cara al sol.
Veo la rosa bajo cero
veo el naranjo
y el ají rojo veo.
Veo y siento la vida plena
bullir en las venas llenas.

Debo partir ahora

Debo partir ahora, y tal vez,
mucho de lo que estoy siendo
se quede aferrado
a este mundo de sombras.

Y así, abriéndole heridas
a la angustia
de hondos silencios contemplados
en la sapiencia
de haberme escrito
en el idioma cauto de mis sentires
me voy. Dejo partir la noche
hacia el extremo resplandeciente.

Sobre el poeta

El poeta siempre ha sido otro.
Yo lo atestiguo,
desde muy cerca,
a cada pasa suyo,
adelantándoseme
en el verbo todo de la intuición.

Suyos son los versos y poemas;
suyas las sentencias,
que arrojadas al abismo,
a veces, retornan
con todas sus fuerzas,
en fervorosos cantos a la vida.

miércoles, junio 11, 2014

Corazón desgajado

El otoño desde mi balcón
es aún más generoso
que mi pobre corazón desgajado.
En él, en el otro, puedo percibir
el amable gesto de la tristeza
como belleza que canta armónica
la frescura de estar aún vivo.
Sangre y savia de ciclos opacales
en un colorido rojo-dorado y azul.
El tiempo del sueño y la canción
y de las eternas despedidas
del adiós crujiente bajo los pies
o bajo un sol que ya no nos fulmina.
El otoño desde mi balcón
es aún más generoso
que mi pobre corazón desgajado.

Por enésima vez

Me doy en reeditar por enésima vez
una antología variopinta
de lágrimas caídas en olvido
y no he querido omitir
ni una sola de las tantas
de aquellos tiempos
de los ojos rojos-cristalinos.
Sin errores de tipeo
sin "fe de erratas"
sin nota al pie ni discursos ambiguos
queda a disposición de un buen juez
en la vidriera de un viejo almacén de rubros varios.

En el gozne

Soñarte
aún en medio de la multitud
ha sido sembrar pesadillas en la soledad.
Así como cuidar de las rosas de un jardín
en el gozne
de las madrugadas y los amaneceres.

Desandar absurdos de historias primeras
donde no hubo génesis
ni habrá revolución.

Así de oscuros
han sido mis pasos en estas tierras
y así de pobre
mi alzarme en armar en pos del amor.

La piedra filosofal

He aprendido
que hay senos que afilan dientes
y dientes que se derriten
al roce de los pezones.
Lenguas calientes en sexos de miel
y miradas de sal
petrificando las espaldas.
He aprendido
que besar un charco
es conquistar mares en tempestades
y que ahondar es descubrir
la piedra filosofal en los orgasmos
cultivando entre los surcos
la oscuridad fecunda de las noches.

Cosa de casi siempre

Yo no sé
si es cosa de todos los días
pero hoy he despertado
con tus besos hilvanando deseos
en la dulce trama de mis anhelos.

Te he encontrado
escurridiza
en el revés volátil de mis sábanas
y me he dado en reinventar
los colores nacidos del fuego.

Te bebo en el café
y en el sorbo a sorbo
te intuyo en el fondo de la taza.

Yo no sé bien qué sea
pero la verdad
es cosa de casi siempre.

Sueños

Fecunda
como puñalada en el bajo vientre
tus versos son como esos puñales
que se afilan en la certeza.
Sentada en mis faldas
las manos son insectos
destejiendo la maraña hacia el centro
culminando su trabajo
en el verbo con olor a sexo.

Ebriedad

Si vas a beber
que sea solo de la noche
y mejor
no lo hagas con el vientre vacío.

Cuida de ti
y no dejes que te desborden
la ansiedad
la prisa
o el encanto.

Todo esto
es escarcha
en el espejo del tiempo.

No muerdas
si no quieres ser tragado
ni beses
si no quieres ser amado.

Mantén distancia
o aléjate
si la sangre
no te llega a la cintura.

Laberinto

¿Perseo o Minotauro, qué más da?
Cerrar las puertas y aceptar las canas
es el primer paso
para estrechar
en abrazo solidario
el espectáculo solemne de la soledad.
Ayer es hoy
pasado por agua. Mañana
un reflejo inaprehensible de la razón.
Yo no avanzo
solo desando
el hilo resquebrajado de Ariadna.

Reveses del Siglo XXI

Dadá, Ícaro o Dédalo
una vuelta más de rosca
y lo estrecho se hizo profundo
ahuecado e iracundo. Pasifae
y el nacimiento del mito postmoderno.
Sodoma y Gomorra
debieron ser la cuna
de la moral en curso
o la piedra angular
en el ascenso de Mahoma.
Las guerras nunca fueron
el exterminio de los santos.

El aro carmesí

Solo por cuidar de ti
te doy de beber mi sombra
y la dejo fluir entre las noches
cuando en ciegas horas
bosteces caricias de luz.
Si abres en mí
un tajo a la muerte
que sea para desalojar tu estrella.
No quiero de ti cielo alguno
si ya he dado
con el aro carmesí de la luna.
De ti la sed de las flores
y el deseo emergente
del corazón de las piedras.

La estación de los placeres

Majestad del polvo
más que del fuego mismo
su piel abrazaba el suelo
labrado por el deseo.

El sol la encontró quebrada
como sonrisa de despedida
en el jarro de cerveza helada
cuando su melena dorada
coloreaba la melancólica tarde.
Yo la bebía en un abrazo
de lágrimas sobre el trigo.

La noche era sed eterna
con su sonrisa desvanecida
entre los detalles del horizonte.
Ella se fue, y sin mirar hacia atrás
olvidó la estación de los placeres.

No vengas esta noche

Suelo pensar que la nada
me contendrá solo de a ratos
cuando se me agote... el resto de totalidad.
Y así como las cosas vienen
tengo muy poco que perder
y le gatillo al azar, por si la muerte me sonríe.
En los bolsillos desgarrados
llevo un poco de tu nítida voz
y lo demás, son los silencios que me dedicas.

No, nena; no. Esta noche
donde las estrellas se apagan
no me vengas a besar las llagas sangrantes.
Te lo pido por piedad
o por el rencor que aún me guardas.
No vengas esta noche, por favor.
¡Quédate con mis signos vacíos!

Oración dominical

Domingo por la mañana
y aún no he desalojado los restos de ti.

Y aunque la vida ya ha sido
tendrá que ser
otras mil veces más
sea en esta misma o en otras tantas.
Eso realmente no importa.

Cultiva
rosas
desde
los
pétalos.

Muerde las espinas, y aprende de sus raíces.

De la piedra

Las circunstancias de la piedra
la eximen de comprender
la naturaleza del agua.
Hablo a las paredes
en su idioma natural
me libero de los estigmas
del santo oficio de los sentidos
para regresar ileso a casa
luego de haberte andado.
No creo en tu verdad
nacida del manantial de los miedos.
Vivir es el ejercicio profesional
de escoger una mentira
y consagrarla como si fuera verdad.

Si te quiero

Si te quiero
te quiero a la hora de los desnudos
a la hora en que la prisa
cae por el suelo y tu piel
sabe expresar la verdad de nuestro nido.

Si te quiero
te quiero cuando la aurora calla en tu boca
y cuando tus labios me amanecen
cuando tu lengua abraza mi nombre
en el silencio mismo de las noches.

Si te quiero
te quiero fuera del vientre de la espera
y te quiero naciente en mis brazos
como cuando las tibias corrientes de un río
me sacuden el peso del alma.

Si te quiero
te quiero con tu sexo de estrella
sonriéndole al sol después que la tarde
se rinde a tus pies, despidiendo la prisa
de habernos buscado y encontrado.

El árbol de los estultos

Dame un cielo
en descomposición
y haré para ti
un evangelio de rosas
con su edén para los pecados

y deja crecer
en un epicentro distante al nuestro
un árbol para los estultos
y dame a probar cada día
del rojo fruto de tus labios.

Perro azul melancolía

Lunes 09/06 de 2014
16:15 hrs.

Atravesándose en mi camino
he visto a un perro azul melancolía
llevando entre sus patas
rastros de haber callado mil suicidios.
Lo he visto con su cola partida
sangrando el infortunio de mi mirada.
Hubiese querido no verle
pero el coloso
marcaba de cerca mis pasos
con una oscilación existencial
de esas que pocas ganas dejan.

Mascotas de la luz

Lunes 09/06 de 2014
21:35 hrs.

En vuelo arbóreo y entre las sombras
la tristeza ha desplegado su alas
en el umbral de una noche concéntrica
y lo ha cubierto todo a su paso. Cerca
tal vez mordiéndome los talones
presiento un feroz graznido de tiempo
apartándose de los espectros de la luz.
Sé que me sabe mejor que nadie
y sé que viene por mí en cada destello.

En cóncavas fauces

Macerado en cóncavas fauces
un cadáver destila
vapores de embriaguez y tiempo

una crónica de amores vencidos
entre voces de roncos fulgores

una experiencia alucinógena
para ciertas mentiras.

Instrucciones de vida

Martes, 10/06 de 2014
19:56 hrs

Debemos sacudirnos los entuertos
y domar a la vida
sobre el lomo crispado de los molinos.
Que nos ladren
a rumores, la gente
no es garantía de nada
menos de que avancemos. No creas.
Mírate frente al espejo de tus acciones
y verás... al de la triste figura
sin caballo, viejo y cansado.

El origen del rocío

El prodigio de todo amanecer
convierte el anuncio en savia
y la noche se deja caer en calma
en el hueco sordo de los gemidos.
Bulle el instinto y florece la vida
en el cuerpo exultante y soberbio.
Es la primera vez
que el cielo desconoce el origen del rocío.
El día explota como botón de luz
en la intuición de todas las horas.
Complejo entretejido de fibras
que se enlaza entre sí y para sí
en trama poderosa e imbatible
exaltando la sangre en correrías
surcando las amplias concavidades.

sábado, mayo 24, 2014

Puedo escribir

Puedo escribir los versos más tristes esta noche
y sin embargo, no quiero.
Puedo escribir un tango esta noche
y sin embargo, prefiero una salsa.
Puedo escribir esta noche está muy fría
y sin embargo, ando desabrigado.
Puedo escribir lo que se me de la gana
y sin embargo, no tengo ganas.
Puedo escribir, por ejemplo:
ella se fue y dejó un hueco en la cama
y sin embargo, hay quién lo rellene.
Puedo escribir: yo la quise y ella me quiso
y sin embargo, teníamos los días contados.
Puedo escribir, y ya lo hice
y sin embargo, no he escrito nada.

Amanece

Se raja el cielo
como por jalón
allá, hacia un extremo
y el sol se escapa
como una teta soberbia
por sobre el escote del horizonte.
Amanece.
Obscena escena de la luz.

Siento que no

Siento que uno
pudo inmortalizar el instante
y hacerse con la eternidad
en uno beso. Siento
que como aquellos ángeles
debimos quedar para echar sombras
sobre sepulcros de glorias pasadas.
Siento, y es que ya poco siento,
debimos crecer
al auxilio de nuestras miradas.

Hay días

Hay días que quiero agotar a tu lado
las bibliotecas
los mares
las letras
y las montañas.

Días que necesito pulverizar tu sonrisa
tu mirada
mis silencios
nuestras caricias y mi semen.

Tus labios
mis labios
nuestros labios.

Días que quiero caminar tus lados
tus adentros
tus costados.

Días que hay días
noches
ausencias y recuerdos.

jueves, mayo 22, 2014

Sueños

Era otoño
y entre los pájaros de cristal
se despedían los milagros de la fuente.
Bajo el solar de la plaza mayor
una niña con mirada de papel madera
incendiaba el reflejo de los automóviles.
¡Sí, la peste era una bendición!
y crecía en sus manos magras
con la palidez de una estrella.
Ella devolvía a la muerte
su antigua gracia de pueblo olvidado.

Leyenda

Yo quería ser una odalisca de siete senos
madre de hijo pródigo de un imperio.
¡Oh, noches de infierno!
Si tan solo existiera el cielo
y no este vil incendio en mi cabeza.
Yo puse a disposición de los vientos
todos los secretos de la antigua raza.
Ya poco y nada importaba eso. Las pirámides
han sido comulgadas a la fe cristiana
y ya no puedo llorar, me he secado por dentro.
Si tan solo mis antepasados
se hubieran reivindicado entre bandidos rurales
otra sería la fuerza en mi sangre innoble
y no esta herencia de pobres campesinos.
En fin, hay que continuar con la vida
alistarse para llegar temprano al trabajo.
Esto... esto no ha sido más que una fantasía.

Memoria de los besos

"¿Acaso seremos cementerios andantes
que de vez en cuando laten?"

(Miguel Ángel Miguélez Fernández)


Acaso me cueste volver
a la tumba de no sentirte,
o a dejar de sentirte...
mordiéndome en los besos.

Acaso sea, que uno guarda
memorias de los besos;
pero nunca de los labios
que ha de borrar el tiempo.

Sí, es así; tan así como darle
a tu nombre de herida
las letras y sonidos de la ausencia.
Te olvidaré, lo sé; es así-

Mas cuando el recuerdo
venga a golpearme con el deseo,
se me hará presente
el modo en que te besaba.

Aprenderé en tu silencio
todo cuanto me gustaba.
Sí, lo que me gustaba en mí
sin importar si quiera de ti.

Es doloroso de aceptar;
pero, ¿qué dice uno cuando dice
"a mí me gusta esto o aquello"?
Solo decimos de nosotros.

Cuando atravesaste el umbral
juré de pie ante tus lágrimas
que nunca iba a olvidarte.
He faltado a mi juramento.

Pero a cambio, me he recuperado.
Me he convertido en testimonio
de lo que me gusta y no me gusta,
para revivirme en otros labios.

Sobre algunas

Yo conozco a varias de las vírgenes locas;
todas ellas perdidas por el esposo infernal;
todas... proclives a los tormentos del alma
y a la insensatez de sus pobres espíritus.

Conozco también, a ese demonio joven
que sin quererlo, las pierde diariamente
buscando sin encontrar, pero buscando,
la clave para desencadenar la alquimia.

En la casa donde habitan estos cónyuges
no hay segundos de paz, y la sed es eterna.
Ellos se aman; y lo hacen tan cobardemente
que implican un grave riesgo para la sociedad.

A veces, ellas hablan raramente de la libertad
y de arrastrar tras sus pasos... las cadenas;
él solo las mira, desde lejos, piadosamente,
como enseñan los sacerdotes en la catequesis.

Intuición

La hora oscura ilumina
resuena honda en mi pecho
e invade completa; me llena.
En la intuición de las sombras
mi tacto adivina las formas
y recuerda una herida de luz.
Por suerte, su voz calla.
La levedad de su partida
ha dejado en vela mis noches.

Tú solo conduce

Yo no sé conducir
mi vida es un dejarme fluir
y no todo viaje es de antología.
Pero conduce tú
deja que te haga de copiloto
y déjame meter los cambios.
Mientras, arrójate por la ruta
que yo te indico cuándo llegar.
No frenes. Deja que yo acelere.
Las curvas no siempre matan
ni tampoco matan las banquinas.
La noche dilata las pupilas
y yo las veo de reojo
en tanto que voy
de la primera a la quinta.
Tú solo conduce
yo sabré cuando parar y acabar
en este viaje que promete
velocidad, aventura, final
y feliz llegada a destino.
Tú solo conduce.

Usted

Usted aprendió a sangrar
como sangran ciertas noches
al compás de Chopin.

Su nada pura

No me preocupa su vacío
lo que me atormenta es su repleto
sus llenos y desbordantes
su nada pura sin más nada
su sin lugar para hospedarme.

martes, mayo 20, 2014

Hubo veces

Hubo veces
que hasta la vida misma
hubiera dado por amor.

Pero, ante esa instancia
huía hacia la vida. Eso
nunca me fue perdonado.

Donde las sombras

No ha anochecido aún
mas tu mirada
ha cogido vuelo
donde las sombras duermen.

Y tu voz
ha parido el ocaso
tras pronunciar
las cifras sagradas
ocultas en un adiós.

Un batir de alas
ha traído la noche
sobre la claridad de los seres.

En torno a su cuerpo

Construyó un paraíso de mitologías
en torno a su cuerpo
y no faltaron los crímenes del amor.
Tomó una cuchara
templada en la fragua del desamor
afilada con siglos de espera
la enterró firme y con fuerza en su pecho
y se arrancó
la cajita de todos los fuegos.
Después de varios intentos furtivos
la reemplazó
por el canto dulce de las sirenas
y se dejó seducir
por el centauro que galopa en mis venas.

Mocedades

Me entretiene más
llenar crucigramas tontos
que buscar significados en frases vacías.
El misterio me aburre
y estoy demasiado cansado.

El verano pasado
debí alistarme en el ejército
y entregar mi pecho a las balaceras del tiempo.

__________ * * * __________

Me gustan los libros viejos
de esos que se desguazan con las miradas
y los sintagmas caídos en desuso. Me gustan.
Las cosas que dice mucho
sin siquiera usar palabras
también me gustan.

En la biblioteca de mi pueblo
cuando los puños descoloraban el tedio
reconstruí los dramas del mundo
y me di en agotar antiguas enciclopedias
para reconocerme en universos distantes.

Tal vez no sea

Tal vez no sea
un absurdo empecinamiento
tal vez sean
los más nobles deseos de ser felices
los que nos llevan
los que nos me llaman...

Pero, ¿hemos de hacer oídos sordos
a todos los llamados del corazón?
¿y qué nos queda de no soñarnos
sino tan solo secarnos de realidades amargas?
No es que me niegue a lo que nos toca
es más bien, que se me antoja
soñarnos libres de toda traba y obstáculo
de todo miedo, y de toda duda o recelo vano.

Saltar, en fin, tranquilamente y sin mirar
al fondo negro de todo abismo... sea este
de tiempo o de distancia, pero abismo al cabo.
¿Está mal amar, soñar e intentarlo? Quizás
pero, ¡qué amargo es... el no intentar nada!

sábado, mayo 17, 2014

Estoy cansado



Me siento con pesar de siglos
al teclado harto de estar cansado.
Llamo a las palabras desempolvadas
les quito el adormecimiento que traen del tiempo
y las visto del sonido ausente
que traen de algún silencio.
Algunas
son ya viejas compañeras de este oficio
otras
son más bien nuevas en estos quehaceres.
Las saco de cajones
desiertos de sentimientos
como quien saca notas, recibos o boletas.
Las miro a contraluz
como queriendo reconocerlas
o darles el brillo para ver
si me sirven para algún poema.
A veces, las dejo a un lado
y otras veces las dejo... simplemente
abandonadas a su suerte en un cesto.
Algunas, no sirven ni siquiera
para hacerle el amor al suelo
y otras tantas servirían
solo para hacer el balance
de un corazón desamado
con sus haberes en rojo
y con las negritas descorridas
por el derrames de algún café.
¡No; no se alarmen!
Es solo que estoy cansado, aburrido y con sueño.
A veces, en estos casos...
es mejor seguir durmiendo
pero, les aseguro que no es tan fácil frente al jefe
aunque ya estoy acostumbrado
a roncar en el disimulo de las palabras.

jueves, mayo 15, 2014

Más de una vez



Más de una vez, enterré mis puños
y dejé crecer alas entre mis dedos;
nubes que se posaron en mis ojos
y sueños que se me hicieron carne
en el compás lunático de los versos.

Sí; resaca de noches de algarabías
templaban un dulce oído de bronce
cada vez que mi voz afilaba en roce
los pétalos huraños de un desamor.
Sí; los ríos nacían de cántaros rotos.

Mariposas de fuego



Tal vez, porque te quise y me quisiste...
se nos pudrió la pera en la rama del olmo.
Quizás fue que entre tus manos de seda
se ahogaba un gusano en época de vuelo
y el cansancio de tus gélidas primaveras
se desgarró entre los penitentes cristales.
Algunos vieron lágrimas de piedras;
mas yo... solo mariposas de fuego.

Aires de puerto



Sobre terrazas de azules
se balancean bajo el cielo
alboreas ella; y se hinchan
con la brisa de la mañana.
La hora plena desborda
dinamita el aire del puerto
con perfume de lo eterno.
El silencio canta a lo vasto.
¿El cementerio marino de Valéry?
No lo sé. No se ha sabido aún.
El sueño de las gaviotas
marca el paso del tiempo.

El cielo adentro

Tenía los ojos azules
y todo el cielo adentro.
Sólo la opocaba un defecto
no saber llover
cuando la tierra temblaba a sus pies.

Imposible

Nuestras voces comulgaban
esteros, mares o lagunas;
recreábamos los ríos
y nos dejábamos desbordar en océanos.
Huíamos de los reparos
prestos a renacer bajo las lluvias.
Nos secábamos
nos hacíamos piedra
bendecíamos los espacios y el silencio
y nos cultivábamos desde los sueños.
Nos callábamos
nos hacíamos desde la ausencia
y nos buscábamos en los vacíos.
Yo sé que éramos imposible
como lo son los cuencos de las manos.

viernes, mayo 09, 2014

Horizontalidad


No es que esté venido a menos
es que siempre me gustó
mirar la verticalidad de las cosas
desde mi horizontalidad, ausente.

Miro; pero no solo miro, desentierro
escarbo a raíz las sonrisas de lava.
Dejo que lo imperturbable me llegue
e inunde las formas
de mi ser en mareas convulsionadas.

La morfología del yo no es transparencia.

El sol del atardecer hacía de mí
un subterfugio de mitologías comunes.
El mundo de las sustancias
me abrazaban ni bien anochecía.
Tus formas se me han grabado
en las paredes nerviosas del tacto.

El poema te ha descubierto
entre palabra y palabra,
¡la alquimia del verbo es un hecho!
El sortilegio era besarnos en los versos
entre los blancos del fondo y los silencios.
Sí, nos hemos culminado en lo otro.

Preñez de soles

Entre archipiélagos en llamas
mi verbo se hace carne en tu nombre.
Ahí van a huracanarse los sueños del hombre
ahí voy a cultivar lagunas de tu rocío.
Tu noche, espectro de cielo despejado,
se abrirá entre mis carnes
y dejaré en ese firmamento de sudores
la sangre vestida de nubes
en plena preñez de soles.

martes, mayo 06, 2014

Silencios rotos



Estoy a un cielo
más quebrado de mi nombre
y tengo ese raro sentimiento
de la antigua duda
cavando en lo más profundo
de todos mis poemas
como si tu risa
hubiera sofocado mis ensueños.

Tengo ese raro tartamudeo
de los silencios rotos
dando de a piquetes
en el blanco de las hojas
o en las llagas
de melancolías ardientes
y de ojos saltando a los abismos
de todos los olvidos.

lunes, mayo 05, 2014

A un dolor de siglos



Uno rearma los ojos al nuevo día...
hasta con ciertos gestos obscenos;
y se da en ir redescubriéndolo todo.
Los colores no son nuevos, mas...
las impresiones de esta mañana
casi que nos desangran de un corte.

Las sábanas, las almohadas,
los pliegues... son los mismos. Pero,
tras otro día más de deshabitados,
nacen nuevos a un dolor de siglos,
y la razón y el corazón no entienden.

Se nos ha escapado la ilusión,
corre desnuda por las mismas calles
por donde hasta hace muy poco,
enlazábamos a manos estrechadas
las realidades rotas de todas las cosas.

En fin, uno renace o se rearma...
Las horas pasan, e indolentes,
le dibujamos una sonrisa al nuevo día.

Un poeta



A veces, un poeta
no es más que uno de sus libros.
Con suerte, será uno de sus poemas;
pero también, puede que solo sea
uno de sus versos.

Eso, solo lo dirá
el oficio de ser el eco
de un silencio común a muchos.

Definitivamente



Insomne
pero con la máscara de los entusiastas
espero develar entre las sombras
el beso que se demora
tras siglos de hacerse anunciar
entre las zanjas que abre la noche
entre los pétalos del alba. Escucho tus pasos
vienes hasta mí y te marchas
dejando en mis labios una leve impresión
como en la cera queda
el sello de lo que ya ha sido
y ahora, no es más que un vestigio de ausencia.
Apuro el paso, el cigarrillo y el café
y salgo presto a tu encuentro
para darme en la llegada
con el presagio escurridizo de tu entierro.
Estoy triste, definitivamente.
Hoy hacen tres años de tu muerte
y la tierra, por debajo de los verdes,
aún me huele a tus besos.

A oscuras


Empecemos de nuevo.
Encontrarte siempre en la claridad de tu ausencia
no ha sido tanto como encontrarte
de noche y a oscuras
en la tibieza de mis sábanas, al soñarte.

Entonces, te he besado
en donde mejor no necesito verte
como sí así sentirte y perderme en ti
en donde mis manos
se confunden con tus deseos
y nos recorren siendo las dos, ahora, solo una.

Aún hay tiempo



Tan breve en el espacio
mis labios muerden tu aliento
y beben de ti las respuestas.
Estás donde el sueño te trae,
acariciando la tarde. El cielo,
el nuestro, acuna las nubes.

Aún hay tiempo
antes de la lluvia.

Ambos le enseñaremos al cielo
lo que es venirse abajo y mojar;
porque la tierra,
aún la que nos sostiene,
espera por nosotros, anhelante,
porque le enseñemos la fertilidad
en el milagro de la vida.

jueves, mayo 01, 2014

La noche plena


         Al poema que se anduvo entre los hombres.


Y entonces, cultivábamos las noches
al borde de todos los sepulcros pensados.
Tu boca era una piedra fría en mi corazón
y el poema no develado
entre las venas del silencio.
Al filo del amanecer
mis manos han tejido las horas
y han diseñado un abrigo para todos los miedos.
Solo nos ha quedado un sueño, la noche plena.

Muñeco



Nadie podría decirnos
si ha sido una buena idea.

Así
dotado con manos y dedos
fue concebido
para desintegrar los minutos.

_______ * * * ________

Entonces
lo zurcimos a silencios escritos
le dibujamos boca y dientes.

_______ * * * _________

Buscándole un nombre
escarbamos sombras
tras las paredes del olvido.

martes, abril 29, 2014

Si de pronto me dijeras



Si de pronto me dijeras que ya no vas a venir
que en tu vida han surgido mayores prioridades
que mis versos ya no tienden ni teje puentes
ni mi amor pavimenta las avenidas que hasta ayer
te traerían hasta mí... Entonces,
¿qué hacer con este corazón doliente,
parido para la espera de un ahora nunca jamás?

No lo hagas, no; no me digas nada.
Prefiero que viento me traigan tus alas
y que el mar me susurre tu cobardía
bajo; tan bajo; tan bajo...
que me sea imposible de percibir.

Prefiero que, rostro fundido al suelo,
la tierra me grite hasta el ensordecimiento
que ha labrado con oscuras fibras de raíz
una prenda eterna para la gala de la huida.

Ya no hables; ya no escribas
deja que la noche se pose en mí
y que las aves nocturnales engullan mis penas
hasta dejar venir hasta mí
las sombras de tu despedida.

lunes, abril 28, 2014

Yo jugaba



Yo jugaba y revoloteaba
en el filo agudo de sus dientes
cuando dejaba, por momentos,
su boca entreabierta.

Yo había sobrevivido
a otros eminentes peligros del amor
¿y qué podía implicarme...
enamorarme otra vez y caer?

Solo el cielo era el límite
y los altos anhelos... eran todo.
Yo jugaba... imaginaba mundos
por conquistar y besar.

Su cuerpo entero
cartografía para emprender el vuelo;
su ombligo mi brújula
y sus senos mis luceros;

todo, absolutamente todo
era una invitación para el encuentro;
para mirarnos tras los ojos
y hablarnos en las miradas.

lunes, abril 21, 2014

Las Lluvias



Sabíamos tan poco de las lluvias
que mojarnos
era solo un accidente
entre lo geográfico y el dolor.

No es que llueva



No es que llueva;
es que me llueves
ahí, donde el sol
no hace de las suyas
donde cada cosa
te recuerda aún viva
pero tan lejos,
como las nubes que mojan.

No es que llore;
es que me llora por dentro
es que el sol me deshidrata
como fruto partido
y ya ni el gusto
me sabe a encanto;
y me enredo en aguas perdidas
en tiempos de sequía.

No es que nos dejemos;
es que seguimos distintos
mirándonos
desde extremos enfrentados
como esos edificios
que se saben todas sus historias.

domingo, abril 20, 2014

La última cena

y el nazareno nos enseñó a resucitar
y tuvimos que andarnos con mucho cuidado
por si los amantes de la muerte
nos denunciaban

tuvimos que aprender
a hacer de nuestras cenas, la última cena
y convidarnos entre sí
y devorarnos, el uno a la otra y viceversa

tuvimos que buscarnos
entre los olivos
cuando la oración final
eran nuestros cuerpos

y no éramos más que maestros y discípulos
unas veces uno; otras veces la otra
indiferentemente.

Quizás uno, tal vez el otro



Y aunque la cura moderna diga... "se puede"
insistiré infatigablemente en mi "¡no quiero!"
porque no es capricho mío este dolor impío,
ni es mero regodeo en las entrañas del sufrir.

Hemos sido dos los que debimos renunciar;
ni uno más que el otro, hasta que se muera.
Pues estas cosas deben morir, como muere
el sol, de a poco, vistiéndose de anochecer.

Quizás uno, tal vez el otro... pueda renacer,
y amanecer con los restos de lo que fuimos.
Quizás uno, tal vez el otro... seremos olvido
nutriendo en el saco gordo de los recuerdos.

Parece Imposible

¿Cómo se le rompe la espalda a este dolor;
cómo le transfiero esta neuralgia al tiempo?
Parece imposible, como tantas otras cosas.

Hoy he padecido de un desgarro metafísico
igual en todo, al dolor por la muerte de dios.

No sé si habrá resurrección posible para mí,
para el hombre que se ha visto destrozado;
para este cuerpo que ha sido mutilado vivo
de la promesa ancestral de felicidad perdida.

sábado, abril 19, 2014

Renacimiento



He sentido la hierba perfumada en mis sienes,
y los pájaros alborotados enredados en el viento.
Esto es lo que necesitaba, compañeros,
dar pasos, los míos propios, de mole devastadora,
bajo este cielo fulminante de luz nueva;
y así, sentirme vivo, abrazando por fin la vida.

Este último otoño no fue igual de generoso;
me había teñido de nieve los cabellos
y he sentido el susurro suave de la muerte
avisándome sobre su apetencia por mi alma.
Yo la he mirado a los ojos y le he sonreído;
mas no me importaban sus guiños seductores.

Mis canciones guardadas en tibios bolsillos
han saltado al desborde de la vista iluminada;
los riachuelos saltaban entre las piedras alegres
y los árboles de antaño me han contado sobre ellos.

Aquí estoy nuevamente de regreso, compañeros.
Traigo conmigo un hermoso bagaje de sueños
entre rimas frescas y ritmos renovados,
para cantarle a la naturaleza sobre su gesto exaltado.

He aquí mi nacimientos, para deleite de mis amigos.
¡Sí, es mi renacimiento y mi apuesta a la vida!
Todas mis energías se han reconcentrado sobre sí,
para mostrarme el bello espectáculo de la naturaleza.
¡Todo canta; todo vive; todo se me traduce en versos!

Desandando ruinas



No tengo más ganas que las de dejarme llenar los pulmones de aires, y las de seguir escribiéndote aunque ya no me leas... ni siquiera para ignorarme. Como si todos los buzones del mundo se hubieran tragado sus bocas; y los carteros todos, en huelga de amores.

Esta noche debo romper copas con los dientes de un verso; vestidos desusados; desamores con la etiqueta aún pegada, en el revés de todos los silencios desnudos. Debo robarle al fondo de una botella, las últimas gotas de sangre que me ha bebido, en esta borrachera de la existencia.

No; no creas en mis delirios. Sería tristemente clásico enamorarse de mí. Solo te queda dejarme pasar, como se hace con las aguas del río, donde siempre me verás lavándome las manos.

Estos labios de ríos, de sangre herrumbrada, no saben a besos de amor ni a pasión de los encuentros clandestinos. Mejor, sigue las nubes montadas sobre el viento. Vete y olvida, pero vete.

Sonrisa transparente

El límite horizontal
de todos mis tormentos
es en el infinito
una sonrisa tiernamente transparente
como la noche de todos los dolores
dando de cabeza
contra las paredes de la incomprensión
en esta ciega intuición
de que detrás de toda ronda infantil
lo humano se torna en perversión.

viernes, abril 18, 2014

Estoy harto; cansado; fastidiado



Estoy harto; cansado; fastidiado; y jodido.
Cansado de las quejas; y de no hacer nada.
Más hubiera preferido vivir en otro tiempo;
otras o las mismas latitudes... otro espíritu;
menos harto de estar harto, más fastidiado.

¿Y quién sabe si no, haber cogido un fusil?
E ir tras un sueño de locura y muerte fútil
como la de otros; como han vivido otros,
viviendo el anhelante encanto de un ideal
en un mundo vil que se les iba pudriendo.

Harto de acumular años en la comodidad;
de secarme al viento fiero de la impotencia
que no da tregua, que me reclama a diario
que me inaugura viejo y jodido y muerto.
Estoy harto; cansado; fastidiado; y jodido.

Cansancio de Siglos



Tengo un cansancio
de siglos de incomprensión en el alma.

.....

Ya ni los pájaros me nombran
en ese raro idioma de los cielos
ni los días ni las noches siquiera.

.....

Solo soy una leve sombra
pronto a desaparecer en oscuridades.

.....

Abre sus fauces furiosa la Nada
y sudan por mí... el olvido y la indolencia.
Estoy siendo... el padre del devenir
y el canto sacrílego de los tiempos.

Los Aviones



Parece absurdo de plantear
pero los aviones
llevan y traen
a los otros...
nunca a quienes queremos.
Es inusual.

Pero,
otras veces llegan;
y llegan
llenándolo todo de ausencia.

Llegan y nos dan vuelta;
nos dejan vacíos de raíz.

martes, abril 15, 2014

En la víspera



No era ámbar la mirada;
era la luna
como no la hemos de habitar nunca.

Y la presencia
era otra;
y los besos
las sonrisas
cuando nos amanecía.

No eran ámbar las miradas,
ni siquiera
lo era la luna;
era tal vez, no lo sé,
esa miel derramada
en la víspera
de lo anhelado.

lunes, abril 14, 2014

Sin penas ni glorias

Paso primero... me enciendo un cigarrillo;
casi que aún no termino de abrir los ojos.
En las penumbras, absurdamente, tal vez,
doy manos a doquier y te busco. No estás.

Ha sido corta la noche. El vaho del alcohol
persiste tras la trastiendas de mi cansancio
como si se fuera a quedar conmigo... hoy.
Sin restregar los ojos, tanteo nuevamente.

Hoy no estás, otra vez... y como siempre.
Me levanto, dando pasos intrascendentes.
No eres como la luna; estás algo ausente
y la humanidad en mí pasa como invisible.

El gran salto del hombre, del sueño al sueño
ha de ser, finalmente... sin penas ni glorias.
Me incorporo; alisto mi café, y por un instante,
al pasar junto a la ventana, me fugo en vuelo.

He llegado donde mis recuerdos más lejanos;
están allí... donde mismo los dejé al partir.
Llego hasta el viejo baúl, y sin siquiera abrirlo
me vuelvo presto a mi presente. Listo mi café.

Domingo

La brisa de la muerte
ha engalanado el paso del nazareno.
En el aire se blande
el fatídico destino de maderos,
entre quebradas lágrimas de olivos.

jueves, abril 10, 2014

Mi verso calla

Cada espacio vacío y blanco
me grita... la compleja forma
del nombre, para mí sagrado,
que mi verso calla en la rima.

Oda al Siglo XXI

La poesía es una mierda;
¡contemplad las nuevas ciudades!
al horizontes, lejos de estos tiempos.
¡Vamos hacia el progreso, dulce compañera!

Los cántaros lucen vacíos, secos, quebrados.
La sed no ha sido saciada aún,
ni lo será mañana tampoco.

Ella besa gustosa sus últimas úlceras.

Nos ha acontecido la noche
en la estación final de los siglos;
juntos hemos mordido a rabia la tradición.

La poesía es una mierda;
es necesario quemar a los poetas.
Ella se ha escapado de casa;
ha desoído las voces ancestrales de su familia;
se ha escapado, por sobre las altas avenidas,
junto a un poeta de pueblo desconocido.

¡Mirad a través de los cristales inauditos de la mañana!

La nueva incandescencia ha rajado las telas;
se ha deshilachado la trama del engaño.

Las armas quedan mejor
en manos de los nuevos santos.
¡Contemplad los excéntricos disparos!
Niños y viejos... mueren junto a sus mujeres.

¡La poesía ha sido una mierda!
Y esta pesadilla por fin se ha terminado.

Saberte Cerca

Me tienta la idea de saberte cerca
pisando las sombras de mis noches
esperando a que regreses
de donde sea que te hayas ido
dejando tus huellas en mi voz
sabiéndome sumiso a tus nubes
y a la capacidad de llover sobre mí.

En casa,
hay rincones que te saben ausente
como una puñalada que va dibujando
en relieves tu nombre con silencios;
como heridas que sangran palabras
y se hacen costras y se secan mudas.

Cifra que Susurra

Eres la cifra que susurra el resplandor
y en cálidas brisas, el torrente de brío
cuando las venas explotan en éxtasis
en un antes, un durante y un después.

Hija de todas mis noches, eres el alba.
Llegas cortando el desvelo sutil con luz
iluminando la totalidad de mis deseos,
cuando mi piel toda te nombra dueña.

Eres el alba

Hija de todas mis noches, eres el alba;
llegas cortando el desvelo sutil con luz
iluminando la totalidad de mis deseos,
cuando mi piel toda te nombra dueña.

Eres la cifra que susurra el resplandor,
cálida brisa que corre extasiada en mí
cuando las venas explotan en éxtasis
antes, durante y después del tiempo.

Éramos dos

Y el día se fue iluminando
mientras besaba sus sombras.
Y entonces, éramos dos
y el mar era confuso...
pero éramos dos;
y éramos como esas islas
atragantándonos a despedidas.

Presencia

Lo primero fue
el beso de su mirada
luego
la desnudez de sus palabras
y por último
la conquista de mi alma.

Yo la buscaba
en el revés de los días
y en las sombras de la ausencia
en el costado de los silencios
y en el pasado de un gemido.

Lo último fue un adiós
balanceándose en sus cabellos
alejándose
con aplomo en el bamboleo
adentrándose
en las distancias del olvido.

Antropos



Poco es lo que se sabe
sobre la hora obscena
plumaje de coloridas horas
el cenit sobre las calvas.
Su vestido se desgarra
allá en el horizonte;
el tajo va creciendo,
y de su desnudez los días.

Arrogancia del Verbo

El poema se demora, trabado
en las astillas de un recuerdo
desgarrando y desgarrándose
a lo largo, y a cada paso,
en la garganta del silencio.

Abril nos duele

Abril se nos duerme en la sangre
y despierta cuando ha pasado
nos deja la pregunta trisada
prendida entre los recuerdos.

Abril se nos queda en pasado
como lluvia que siempre moja
bajo los párpados cansados
cuando se nos empozan los años.

Abril nos duele en los cajones
y en los sótanos del olvido
en las miradas que ya no hablan
y en las caricias que ya no queman.

Abril se nos vuelve versos
y canciones para la tristeza
se vierte a lágrimas llenas
en los cristales de los espejos.

El Gremio de las Musas

Hay ángeles
en el gremio de las musas
que solo pueden viajar
zurcidos en el revés
de unas braguetas en llamas.

Empapelar Poemas

En las paredes antológicas de mi cuarto
yacen pegadas las hebras de tus huidas.
Son enlaces muertos a cada poema mío;
los siento... como si fueran hijos propios.

Explorar el Caos

La verdad es que no puedo siquiera
pensarme sino es en los fragmentos;
en la explosión misma de mi ser uno
desperdigándose en palabras y versos.

Centro que se busca en un sí mismo,
pero que solo se halla como la trama,
como el despliegue de hilvanes grises
desatándose los nudos ciegos del ser.

No puedo más que explorar el caos
que me constituye desde el afuera...
El poema es el intento casi frustrado
por divisarme en la red como unidad.

No me es posible encontrarme idea;
de pensarme siendo el pensamiento
en sí, de sí... y desde sí. Es el poema
la fuente primigenia de este soñarme.

El espejo se ha rato entre mis labios;
he mordido todos los verbos juntos;
los he conjugado a piel y a venas...
por el debajo de mí, entre los huesos.

El Poema

La rosa se desgajó en versos;
secó la fuente,
y nos maduró la muerte.
Nos fuimos yendo
quedándonos en el poema.

Manuales de cabotajes

____/ a la Sra. Marcela Lokdos

Ella, como quien con palabras
tiende puentes para los vuelos
diseña manuales de cabotajes
para acróbatas suicidas. Ella...
cría gusanos entre paredes, y
en los vacíos de los gargueros.

Aquí no se ha follado

Follar, aquí no se ha follado
si no se ha quebrado la espina del amor
en el vientre alocado de las furias.

Aquí las lágrimas son solo para las niñas;
tú has madurado los gemidos
en la casa del dolor
en las habitaciones de las muñecas usadas.

Las mariposas aquí no van al cielo;
y follar... follar, no se ha follado
si no se ha desgarrado el amanecer
entre las sábanas gastadas de la noche.

Aquí las rosas tienen voces femeninas
y se cultivan a escondidas tras los espejos
lejos de la casa de sombra paterna.

Aquí las mariposas no van al cielo
arden como luciérnagas en las farolas
y en las avenidas que desfilan hacia el infierno.

Los huesos de mi tristeza

Hoy deseaba escribirte
una bonita canción de amor
y el cielo me ha mostrado
una verdad en descomposición
mientras las moscas roían
los huesos de mi tristeza.

He levantado el rostro sintiendo
que podía contra todo el mundo
y tu mirada me ha destrozado el corazón
mientras preparábamos el desayuno
de los cuerpos mutilados.

Mi vida había sido desde siempre
un desearte cada vez más cerca
cuando la distancia te desnudaba
entrando y saliendo de casa
con el gesto cansado de los años
y un breve adiós en los labios.

sábado, abril 05, 2014

Quisiera ser velero

Quisiera ser velero y naufragar
ahondarme en el vientre mismo de los mares
tragar enérgico todas las aguas
y cortar con mi cuerpo
el golpe bravo de las olas.

Quisiera ser y sentir la efervescencia violenta
la espuma blanca en mi sangre y en el azul
el marítimo olvido de la distancia
y el desgarro cruel de la desesperanza.

Quisiera ser velero y naufragar
y besar el fondo vivo y colorido de un arrecife.
Quisiera, quise y querré siempre...
ser olvido en la distancia y en la mar.

Herida de muerte

¿Por qué no abrir una herida de muerte en el silencio
con uno de esos gemidos que bien sabemos los dos?
Sería tan bello ver a las noches sangrando de envidia;
y ver cómo sus lágrimas, empapan las sábanas frías.

Mi vocación

Me suele suceder
de no entender nada
y acaso sea esta mi vocación.
Nada entiendo, nada invade
y por algo... todo me afecta.

Hago de mi propias confusiones
un desfile obsceno...
y me siento a esperar a que amanezca.

Alguien que siempre la tiene más clara
vendrá para arrancarme un sano juicio
ya sea por la fuerza... o la santa razón.
Yo sigo a la espera. Calmo... desvelo.

Mi amargura

La noche se ha empozado en mi amargura
y el amanecer... me ha traído de regreso
el veneno de los días impregnado de horas.
La vida debiera ser una pura contemplación
y la muerte, el único sueño de los olvidados.

Reflexiones

Me he de quedar parado bajo la sombra
sin siquiera preguntarme si soy o no soy
o si pienso y, por lo tanto, luego existo.
No, nada de esos, ¡delirios metafísicos!

Sentado a la orilla de un río de aguas frescas
no pensaré que este río es el mismo y otro
ni al ver los pájaros en pleno vuelo
negaré el movimiento del universo.

Disfrutando de la cálida brisa de la mañana
cuando la inmensidad despierta a mis sentidos
no daré crédito al mundo de las ideas
cual si de ellas derivase la belleza de lo que veo.

Y no es que no me guste la reflexión filosófica
pasa que, prefiero sentir en el beso de tu boca
en la experiencia existencial y mística
que revitaliza el ser de mis antojos.

Creer en ti, para luego existir, no es alternativa
ni lo es el no creerte, e igual seguir muriéndome.
Tampoco lo es el no tenerte ni tocarte
prueba del valor divino de las palabras.

No lo es, pero pudiera; y si lo tal estuviera siendo
aún cuando fuera materia corruptible de todo sueño
entonces, la mente del soñador despierto ya sabría
que el sueño que sueña, es sueño de otro soñador.

649

Bruma, niebla y frío
zumbaron como balas
y lo hacen todavía
en el Atlántico Sur
en el azul más parco.

Busca-minas

El poema se fugó,
dejando una estela de ausencia a su paso.

Ahora
solo quedan en carnes vivas las cosas
tu mirada
tu sonrisa
esa voz sin melodías
y un cuarto revuelto sin vacíos

unos libros
palabras mudas
que me reclaman a gritos por tu regreso
unas noches
unas sábanas tibias

y el poema que se ha ido.

Epicentro

Mi epicentro es una voz
oculta bajo la lluvia;
no siempre moja, pero aturde.

Es una mirada
rompiendo entre las palabras,
que me sabe a cada paso
y me intuye en mis desvelos.

Mi epicentro es tu voz
quebrado por tantos silencios.

Corsarios besos

¿Y si me doy en unir puntos como estrellas
formando en ti constelaciones maravillosas
en honor a la misma Venus, diosa del amor?

Hilados de besos y caricias que recrearán
rutas de navegación para corsarios besos;
y la búsqueda de tu bello tesoro enterrado
entre las sombras... y a la luz a los deseos.

Un astrolabio de piel fijará los nuevos cursos
en la aventura azul de los mares y los cielos
y una brújula de sentidos alertas nos guiará
donde compases de tibiezas nos lo marquen

por entre la longitud de tus ansias de lunas
en medio del océano sideral de tus anhelos.

Hasta aquí

Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...