Majestad del polvo
más que del fuego mismo
su piel abrazaba el suelo
labrado por el deseo.
El sol la encontró quebrada
como sonrisa de despedida
en el jarro de cerveza helada
cuando su melena dorada
coloreaba la melancólica tarde.
Yo la bebía en un abrazo
de lágrimas sobre el trigo.
La noche era sed eterna
con su sonrisa desvanecida
entre los detalles del horizonte.
Ella se fue, y sin mirar hacia atrás
olvidó la estación de los placeres.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hasta aquí
Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...
-
Usted y yo solemos vibrar con las mismas notas. Yo llego hasta sus labios hecho pedazos y usted me reincorpora y reconstruye de un solo bes...
-
Ya disponible en Amazon, para el mundo. ¡Búscalo! ´´Barco Roto, naufragio herido¨ (2017)
-
Estoy harto; cansado; fastidiado; y jodido. Cansado de las quejas; y de no hacer nada. Más hubiera preferido vivir en otro tiempo; otr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario