sábado, agosto 30, 2014
AL GUSANO EN MÍ
En ojal del vacío, dejo tu sonrisa colgada
por si se me ocurre buscarla, alguna vez.
Vez de esas que no doy con paradero fijo
y me doy nuevamente con tus recuerdos.
Camino; y camino sin buscar un horizonte
ni nada que me provoque las ganas de ser.
Ya he superado los estigmas del que cree,
como si creer fuera una fuerte de propulsión.
A veces, cuando la tarde cae en el sueño,
adivino tu mirada escrutando en mis errores,
y siento, ¡oh, pobre de mí!, como si aún
te importasen las llagas de tantas heridas.
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