Definitivamente
pero con la máscara de los entusiastas
espero develar entre las sombras
el beso que se demora
tras siglos de hacerse anunciar
entre las zanjas que abre la noche
entre los pétalos del alba. Escucho tus pasos
vienes hasta mí y te marchas
dejando en mis labios una leve impresión
como en la cera queda
el sello de lo que ya ha sido
y ahora, no es más que un vestigio de ausencia.
Apuro el paso, el cigarrillo y el café
y salgo presto a tu encuentro
para darme en la llegada
con el presagio escurridizo de tu entierro.
Estoy triste, definitivamente.
Hoy hacen tres años de tu muerte
y la tierra, por debajo de los verdes,
aún me huele a tus besos.
Comentarios
Publicar un comentario