La piedra filosofal

He aprendido
que hay senos que afilan dientes
y dientes que se derriten
al roce de los pezones.
Lenguas calientes en sexos de miel
y miradas de sal
petrificando las espaldas.
He aprendido
que besar un charco
es conquistar mares en tempestades
y que ahondar es descubrir
la piedra filosofal en los orgasmos
cultivando entre los surcos
la oscuridad fecunda de las noches.

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