Lo dejé; lo dejaste

Por debajo de mi almohada
prendas blancas y besos rosa.
Un hilo de tu deshabille
ha bordando finamente mis antojos
en trama de negra lujuriosa,
en noches húmedas,
en púrpuras brazas.

Lo dejé; lo dejaste... olvidado
cuando el amanecer fundió las horas;
cuando ya todo había sido consumado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RELIGARE

UN SENDERO ESCULTOR

LA HISTORIA DEL HAMBRE