Por debajo de mi almohada
prendas blancas y besos rosa.
Un hilo de tu deshabille
ha bordando finamente mis antojos
en trama de negra lujuriosa,
en noches húmedas,
en púrpuras brazas.
Lo dejé; lo dejaste... olvidado
cuando el amanecer fundió las horas;
cuando ya todo había sido consumado.
miércoles, febrero 12, 2014
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