Mañana, si acaso existe;
si existe tal vez, volveré.
Ya no seré el mismo, no;
otras ciudades lloverán
tras estos ojos cansados.
Otras serán las rosas,
y otros los jardines. Lloverá.
Es tarde para buscar abrigo.
Yo bebía de ti los sueños
cuando nacían a cántaros
al caer la tarde, entre los lirios.
sábado, febrero 15, 2014
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