Qué difícil es escapar de las síntesis
al ahogarse en silencios y saber
que no habrá café por venir esta noche;
que el mate se enfría cuando no estás.
Y este insomnio que simula ser otra cosa
o este teclado que no me da paz,
cuando las sombras de la noche
son como versos perfectos para tu poema.
Sé y me sé, muy bien, que te extraño,
que esta no es, no ha sido ni será
mi más grande vergüenza. Eso lo sé muy bien.
Entonces, te extraño con más ganas.
Tal vez sean estos los versos que te debía;
los que no puede cuando el silencio
de frío ártico, me maniataba la voluntad.
Ahora lo veo todo más claro; he despertado.
miércoles, febrero 12, 2014
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