Fragmentario de Uno y Otro


Primera Parte 

1
Me amanece nublado
y menos pensado que ayer,
sigo mordiendo su ausencia,
indiferente de mí.

2
Soy una canción desgarrada,
toda emparchada de tangos.

3
Harto de estar más que harto
harto de andar sin encontrar
tal vez, por ni siquiera buscar
o por seguir tras las huellas
de mis desvelos en claridad,
he venido a clavar mis rodillas
ante el altar de mi fe en ti
y hacer de este momento
mi región última y primera
y mi necesidad de ser en ti.

4
Tengo dos sueños juntos
uno frente al otro
hundiéndose los párpados
el uno contra el otro
como en batalla naval.
El primero en bostezar pierde.

5
Lo que me conmueve de ti
tiene menos que ver contigo,
y más con lo que me provocas.
Al cabo, uno se ama en el otro.

6
Yo liberé los pájaros de la indulgencia
que aleteaban entres tus pechos. Hice de ellos
un jardín posible para todos mis tormentos,
donde reposaban, agotados, los amaneceres,
después del amor, cuando las jaulas lucían abiertas.

7
Sentir en puño cerrado
la impotencia. Pero, bajo la lluvia,
ver cómo se abre en flor,
dejando se alce en vuelo,
este domingo por la tarde
que se va; o que ya se ha ido.
Solo esta noche sabe
dónde anidan los últimos rayos.

8
Solo de sentires se tiende puentes;
a veces, quebrados cuando ciegos.
Construidos sobre las tempestades
en melancólicos auxilios en ruegos.
Nuestras voces se pierden más allá
de unos muros proclives al silencio.

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