Es tarde,
debo dormir
el sueño de los idiotas.
Me cansé
de agotar los verbos
en el fondo del vacío.
En mi jardín
de estrellas muertas
se ha congelado una flor.
El viento la batía
cual mariposa del silencio
en los campos mis noches.
El día amanecía
y yo como un Lazarillo
lo acompañaba hacia el ocaso.
He soñado demasiado,
es hora de dormir callado
entre mis sábanas vacías.
sábado, febrero 15, 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hasta aquí
Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...
-
Hay una belleza singular en lo feo como hay cierta ternura en la crueldad, reveses de un único gesto que pueden romper el alma de un tira...
-
Usted y yo solemos vibrar con las mismas notas. Yo llego hasta sus labios hecho pedazos y usted me reincorpora y reconstruye de un solo bes...
-
Vengo de pensar en tus labios; en el beso que precede a todos los besos, en el beso primero, en el beso fruto de los excesos, en el bes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario