Yo también te quiero

Y ahora vienes con tu insensibilidad a flor de piel y me lanzas a la cara un 'te quiero'. Yo también te quiero. Hay días en los que te quiero lejos de mí; que me quisiera lejos de tu capacidad de hacerme tanto daño; lejos del día y de tu luz o de lo abominable de tu oscuridad cuando no hay luna.

Pero también hay días, y mucho más de noche, que te querría sometida a mí; estrecharme en un abrazo a tu sexo y arder en ti; sentir que alguna vez, cabe la posibilidad, me pierda en tus gemidos, tus alaridos, tus sollozos o en tu ahogo de mí. Hundir el tallo de mi bosque en llamas en la profundidad acuosa de tus ansias de mí.

Y mañana, si me tocara revivir nuevamente esta maldición que me purifica de cuerpo y alma, vendrías a mí, pasarías de mí, y me dejarías en el rastro de tus cabellos un 'te quiero', un beso y adiós.

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