jueves, abril 09, 2020

Vengo

Vengo de un tiempo
preñado de tus formas,
donde pensarte es recordar
tu cuerpo todo vestido de mis manos;
donde tus labios me saben a besos
cuando la noche es temblor y ausencia.
Vengo a estrenar,
en el candor de mis horas,
la fiebre eterna de nuestros cuerpos;
porque te espero y te sueño
aún en la rabia de mis desvelos,
atravesando por sobre ruinas los puentes,
cuando tu cuerpo y mi verbo
le prenden fuego a toda distancia
en la quimera de nuestros deseos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hasta aquí

Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...