Rendidos a plena luz

Vamos de estocada en estocada,
que al cabo vamos a caer
rendidos a plena luz
de un sol triunfal que nos hará brillar,
aún en la oscuridad,
de besos conjeturados,
pensados y relamidos,
al calor de una distancia que se esfuma
a causa de versos urgentes
y prosas candentes,
que hacen de las suyas
entre palabras que nos adivinas
más acá de nuestros labios,
lunático y enfurecidos,
sin más tiempo para la entrega,
el uno en el otro,
llamas de nueva hoguera
que nos dará para cantar
y a otros para hablar y rabiar y maldecir,
sin que a nosotros nos llegue,
en este refugio que hemos construido los dos,

fuera de todo mundo,
en nuestro mundo de sonidos,
música y vibración.

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