Me pasa, pero no

Me pasa a menudo que te quiero a mi lado, encima o debajo. Me pasa que mi deseo me arde en el pecho y aún más abajo de la cintura, donde tu cuerpo y el mío se hacían uno en la travesía del instinto. 

Me pasa que te siento ahí donde ya no estás e inclusive allí donde nunca estuviste y me gustaría que estuvieses; en cada rincón de casa, donde el eco de tu ausencia te llama a gritos y me retumba en el alma, cuando mis ganas de ti me toman por asalto. 

Me pasa en los días de lluvia, como el de hoy, pero también cuando la luz invade cada uno de mis desvelos, cada uno de mis pensamientos y mis recuerdos, cada uno de mis anhelos. Me pasa, pero no me terminas de pasar, porque quizás nunca pasemos de necesitarnos el uno dentro del otro.

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