Paso de no verte

Paso de no verte;
y quisiera más que acariciar las sombras de los sueños
que me dejas al despuntar la mañana.

Ruidos de tacones, junto a la puerta, se acercan.

Uno bien podría infartarse de la emoción,
incierta, del engaño o de la confusión
malvenida desde la misma soledad.

Uno es lo que su sombra demanda;
o bien, puede ser el rayo que ilumina,
que echa luz a otros, extremo de uno mismo y más allá,
o bien besar, llegando y tocando el timbre,
y abrazándose con ternura al picaporte.

Unos... quisiéramos ser otros y huir.

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