lunes, marzo 10, 2014

Los silencios sudan

Quería hacer una defensa legítima de tu nombre
más luego me pregunté si era justo tal litigio
con el tiempo poco que nos toca...

Yo sé que estás harta
de contar arrugas en los espejos
de tocar con otras manos mis noches
de pasar corriendo por casa
y hacer revista de todo;
de mis estados anímicos
de mi falta de aliento
de mi desprecio por la ausencia.

Sé que tus besos se van con otros besos
que tus sueños embarcan hacia otra vida
que los océanos abarcan soledades
interminables... como las mismas certezas.

Lo sé; lo sé; lo sé.
Pero, ¿qué puedo hacer yo con eso?

Las palabras sudan
estremecidas en mis labios
cuando tu boca respira despedidas pensadas.

Nos ahogamos de tantos verbos
de tanto no conjugarlos
de símbolos callados en los corazones.

Nos vamos yendo
donde comienzan
todos los silencios hablados...

Nos vamos aturdiendo de tanta soledades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hasta aquí

Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...