Cinco minutos

A tan solo cinco minutos, nada más
abrir los ojos y encontrarte todavía
con el aliento que nos dejó la noche
con el suspiro sostenido de un ayer.

Cinco minutos... nos basta y sobra
para cruzar las miradas y sabernos,
tan cerca y dentro, tan en nosotros
que cinco minutos nos son eternos.

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