Hay abrazos
Hay abrazos a quemarropa
abrazos que se derriten en las bocas
que se consumen a sexo adentro
a fuego lento, en las miradas extasiadas
o en el milagro de latidos a unísono.
Hay abrazos que abrigan del frío
que incineran la piel de la soledad
que desgarran la carne del abandono
que fusilan siglos de desamor,
cuando dormita entre los huesos.
Hay abrazos con promesa de cielos
pero que calientan al calor del infierno.
Hay abrazos que corren en las venas
como lava guiada por los deseos,
como llamaradas en busca de leños.
Hay abrazos con las miradas
con los besos fundidos al calor de las salivas
abrazos de los esperados que desesperan
y abrazos de miel, de flor...
en los jardines prohibidos.
Hay abrazos que sostienen el instante
y eternizan los gemidos, los suspiros
los estertores de la hora final de la noche
y se aferran con fervor al nuevo día.
Hay abrazos en el revés de estos versos.
abrazos que se derriten en las bocas
que se consumen a sexo adentro
a fuego lento, en las miradas extasiadas
o en el milagro de latidos a unísono.
Hay abrazos que abrigan del frío
que incineran la piel de la soledad
que desgarran la carne del abandono
que fusilan siglos de desamor,
cuando dormita entre los huesos.
Hay abrazos con promesa de cielos
pero que calientan al calor del infierno.
Hay abrazos que corren en las venas
como lava guiada por los deseos,
como llamaradas en busca de leños.
Hay abrazos con las miradas
con los besos fundidos al calor de las salivas
abrazos de los esperados que desesperan
y abrazos de miel, de flor...
en los jardines prohibidos.
Hay abrazos que sostienen el instante
y eternizan los gemidos, los suspiros
los estertores de la hora final de la noche
y se aferran con fervor al nuevo día.
Hay abrazos en el revés de estos versos.
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