A párpados cerrados

Te busco hasta a párpados cerrados
cuando la noche se encarga de callar
cuando el sueño insiste y llama a grito
donde las sábanas velan por abrigarte
después de que nos hayamos amado.

Entonces, un pájaro en llamas apaga
lágrimas secas que ya se han vertido;
y su vuelo, a ras de piel, nos calienta,
dejando al descubierto los corazones
como jaulas llenas de pretéritos cielos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RELIGARE

UN SENDERO ESCULTOR

LA HISTORIA DEL HAMBRE