Otras eran...
Al cabo, creo que he amado más
a la rosa del poema y sus espinas
que a las que florecían junto a mí
clavándome, y desgarrándolo todo,
cual si fueran la sinrazón de mi verso.
Otras eran las rosas, otras las espinas.
a la rosa del poema y sus espinas
que a las que florecían junto a mí
clavándome, y desgarrándolo todo,
cual si fueran la sinrazón de mi verso.
Otras eran las rosas, otras las espinas.
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