A destiempo

Nuestros desayunos
pasaban por meriendas
nos comíamos a miradas
y nos vaciábamos a besos.

Mejores tiempos no recuerdo.

El café, el cigarrillo
la cama destendida
y nosotros enredados.

Nos queríamos a destiempo
nos sacábamos ventaja
y nos dejábamos alcanzar...

a veces, y otras también
perdíamos, pero
eso poco nos importaba.

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