Hoy, definitivamente,
podríamos estar más tristes que un centauro,
y sin embargo, la alegría ha podido aún más.
Ella ha llegado abriendo, a pechos desnudos,
el cielo inmaculado... de todas nuestras culpas.
Hoy, definitivamente,
la noche podría haber vestido su piel fluorescente
pero no ha podido, luego de agotarse en un suspiro.
Ella ha dinamitado todas y cada una de mis partidas;
me ha dejado a un margen, equidistante, de todas mis amarguras.
lunes, marzo 10, 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hasta aquí
Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...
-
Usted y yo solemos vibrar con las mismas notas. Yo llego hasta sus labios hecho pedazos y usted me reincorpora y reconstruye de un solo bes...
-
Ya disponible en Amazon, para el mundo. ¡Búscalo! ´´Barco Roto, naufragio herido¨ (2017)
-
Estoy harto; cansado; fastidiado; y jodido. Cansado de las quejas; y de no hacer nada. Más hubiera preferido vivir en otro tiempo; otr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario