No me ha sido necesario
besar las huellas de tu huida;
me ha bastado mirarme el costado
y ver un corazón desangrado.
Ni siquiera te lo has llevado
al hacer las maletas de los sentires,
como si todo lo vivido
no te hubiese servido como papel de embalaje.
Ni siquiera me has dejado un beso
posado en el lado oscuro,
donde hasta ayer has habitado.
miércoles, febrero 12, 2014
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