Teníamos dos gramos de locura
haciéndonos vacío en un colador.
Veíamos la vida a través de filtros
con los ojos más allá de las cosas.
Los nombres eran muchos, pero...
nuestra memoria alojaba solo uno.
Mirar a los ojos era nuestro idioma
y todo venía a nuestro encuentro.
Tal vez fue amor; ya no recuerdo.
Besos como promesas renovadas
en una primavera que nos secaba.
El verano fue; el otoño un puente.
lunes, marzo 10, 2014
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