El alma no tiene piel
ni siquiera tiene lengua;
no tiene tacto ni sudor.
Nada de lo que calle
podrá mojar tu sexo.
Me queda escribirte.
El alma no es palabras
en derroche de ganas,
entre distancia y tiempo.
Me quedan solos versos
rearmando este poema
afirmación de la ausencia.
El alma no tiene sentido,
carece de esa estructura;
pero es su íntima relación.
jueves, marzo 06, 2014
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