yo solía salir a caminar... y caminaba mucho.
Tal vez, porque otra era la ciudad y no esta
tal vez, porque se trataba de mi propia ciudad
y no esta expropiación metafísica que me asfixia
y me da vuelta del revés, y me seca al viento.
Dios me libre de esos feligreses que vienen de ser carroña asquerosa, que liban a diario los jugos pútridos del verso malogrado ...
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