Disfrazas de colores el negro día
y llegas a mí en cada rayo de sol;
me despiertas para recordarme
que más me vale pensarte que extrañarte,
más desearte que olvidarte
y es que es tu sombra
la que se diluye próxima a mí,
a cada vuelta o revés de mis pasos.
Así... si mis pasos son silenciosos,
los tuyos son el silencio mismo.
Entonces, me acostumbro a sentirte
ahí, donde no estás.
lunes, marzo 10, 2014
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