Indiferente a mi acoso
escapas dando saltos entre los charcos
dibujando entre hendidura y hendidura
una sonrisa brillante pronto a desaparecer
en el horizonte paralelo a mis desvelos.
Te fuiste con tu vestidito de flores
acariciando los pétalos, extasiando la mañana.
Te fuiste silencio en flor
a los campos etéreos donde los besos;
donde acariciar es posible con las palabras;
te fuiste y te vienes... Pero yo quedo
fijo a la tierra, creciendo de raíz
queriendo tocar tu cielo
queriendo rozar las copas
milagros de lluvias que te tocan y mojan
el revés silente de tu cintura.
Te vas... te fuiste yendo para acabar
me hiciste secar, acabar... Me dejaste seco.
Vas desapareciendo a mi sombra
te vas quedando, lejos...
te vas calmando, tras los agites del viento.
lunes, marzo 17, 2014
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