Hay heridas que deben abrirse un tajo
para dejar nacer un espíritu agotado;
este es mi caso. Ausente por necesidad
contemplando a ojos cerrados el todo.
Yo no le conozco a través de sus ojos;
le conozco, a través de su mirada. Veo
la forma diestra y siniestra que imprime
sobre todas las cosas de este universo.
lunes, marzo 10, 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LA CARROÑA
Dios me libre de esos feligreses que vienen de ser carroña asquerosa, que liban a diario los jugos pútridos del verso malogrado ...
-
Arthur Fleck escribe en su bitácora de bromas, reflexiones y desatinos, el simulacro de un poema que, como nunca ni nadie, me...
-
Vos recogiste con ternura pedacitos de mí por todas partes y me volviste a armar nuevamente, hombre, barro y voz, en tu mirada; y me hici...
-
Mientras ese desahuciado intento de astro titilante brilla allá arriba, aquella triste y fascinante mariposa de la noche revolotea más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario