Esta noche podría salir a romper de un bostezo el brillo de la estrella
o podría también, mirar de frente al perro que ladra a mi indiferencia
a las señoritas que se han comprometido con la causa reproductiva;
en fin, esta noche podría salir a demostrar el límite de toda ebriedad.
Esta noche podría considerar seriamente apartar del mundo la nada,
pero le ha parecido una tarea lo bastante heroica a mi lucidez escasa;
mejor, mejor salgo a patear las sombras que deja caer el viejo mundo
mientras me dedico con esmero a vacías todas las botellas de cerveza.
En fin, esta noche me espera con boca de loba, aullando a luna maldita.
Todos mis amigos yacen en una pequeña ciudad, entre las montañas;
uno se hace viejo entre los resplandores de la juventud que todo sabe;
que todo lo aprende, de echar manos entre las sombras de una felicidad.
lunes, marzo 17, 2014
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