Como quienes por el sueño son sometidos
entre sobresaltos de lujuria y pasión
en fortaleza natural
sin temor ni culpa, casi felices,
muertos que de morir nada saben
olvidados de sí, entre las negras piernas
como sombras que van hacia la noche
en la embriaguez vacía de los miedos
tú y yo, tristes corazones entumecidos
al candor de los besos, como vivas brasas,
hemos de volver como un fénix, embravecidos
al caudal rojo sangre de la vida.
lunes, marzo 10, 2014
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