Excusas
Malditos sean tus puñales, mujer,
trazando en mi alma estos poemas.
Bendita sea la alquimia del dolor,
haciendo de tus gestos mis versos.
Maldito y bendito sea el día, mujer,
en que por fin pueda yo callarte.
trazando en mi alma estos poemas.
Bendita sea la alquimia del dolor,
haciendo de tus gestos mis versos.
Maldito y bendito sea el día, mujer,
en que por fin pueda yo callarte.
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