Si de pronto me dijeras
Si de pronto me dijeras que ya no vas a venir que en tu vida han surgido mayores prioridades que mis versos ya no tienden ni teje puentes ni mi amor pavimenta las avenidas que hasta ayer te traerían hasta mí... Entonces, ¿qué hacer con este corazón doliente, parido para la espera de un ahora nunca jamás? No lo hagas, no; no me digas nada. Prefiero que viento me traigan tus alas y que el mar me susurre tu cobardía bajo; tan bajo; tan bajo... que me sea imposible de percibir. Prefiero que, rostro fundido al suelo, la tierra me grite hasta el ensordecimiento que ha labrado con oscuras fibras de raíz una prenda eterna para la gala de la huida. Ya no hables; ya no escribas deja que la noche se pose en mí y que las aves nocturnales engullan mis penas hasta dejar venir hasta mí las sombras de tu despedida.