ENTREGA Y SACRIFICIO
Vos recogiste con ternura
pedacitos de mí por todas partes
y me volviste a armar
nuevamente, hombre, barro y voz,
en tu mirada; y me hiciste otro,
algo que hasta entonces
había olvidado en la noche
profunda y oscura del alma,
y en tus manos fui
pájaro que al alba alguna vez
cantó la gloria de haber nacido
nombre entre tus labios y palabras,
y ahora renacía como una plegaria
de gratitud, entrega y sacrificio.
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