SIN PASADO NI SOMBRERO

Una mujer sin pasado ni sombrero 
solo mira hacia atrás para tropezar 
y sentir -vértigo de por medio-
que su vida no necesita de apuros,
de toma de posiciones ni compromiso  
para llegar una y otra vez al otro día
y al siguiente, y al otro, sin más pena 
que la gloria fatua que se le escapa 
de las manos lo mismo que los años,
la vida y la existencia intrascendentes.

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