Y aunque tus sombras sean profundas
y dejen en mí solo rastros de oscuridad,
he de buscarte en la noche de la noche,
y en la sonrisa dentada de la muerte loba;
en la calvicie de esta luna vil y sangrienta,
y en el costado frío y silente de la ausencia.
martes, agosto 12, 2014
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