Soñarte, aún en medio de la multitud,
ha sido sembrar pesadillas en la soledad;
y como cuidar de una estrella en un jardín,
en el gozne de las madrugadas y la nueva luz.
Ha sido también, un desandarse
en absurdos de historias primeras,
donde no hubo génesis ni habrá revolución,
y donde lo más oscuro de nuestros pasos
se juega en un debate con sombras ciegas
las fronteras de una tierra sin amor.
martes, agosto 12, 2014
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