Magisterio, el de las noches
dejar en la oscuridad
rastros de nombres, en silencio,
y proclamar el brillo prestado de alguna
que ha recibido más de un millar de halagos
a cambio de iluminar ciertos caminos
para otros que ni la amaban.
Esto es lo aprendido, a olvidar y callar.
Yo la he amado, sabiendo que no es debido.
martes, agosto 12, 2014
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