Hija de todas mis noches, eres el alba;
llegas cortando el desvelo sutil
con tu mirada
e iluminando la totalidad de mis deseos,
cuando mi piel toda
te nombra su dueña.
Eres la cifra que susurra el resplandor
y la cálida brisa que corre extasiada,
entre las venas que explotan,
antes, durante y después de los tiempos.
martes, agosto 12, 2014
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