La gente se muere, y aún así,
no se deja de fabricar proyectiles.
¡Vaya mundo, en el que vivimos!
Yo la miraba desde lejos, y moría; ella
me miraba desde cerca, y me mataba.
Igual, se dice que entre los ciegos,
el daño está más que asegurado.
martes, agosto 12, 2014
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