Un hombre sentado
detrás de su escritorio
mira una pared en blanco
e intenta pensar en nada.
El hombre desaparece
y nace de entre sus cenizas
el poeta. ¿Qué miras, poeta?
¿Qué cielo te ha despertado?
La pared se ha deshecho
acribillada por mil palabras;
sangra el sentido oculto
bajo la fiebre de lo cotidiano.
El poeta mira al hombre
y el hombre mira a la nada.
Uno de los dos regresará
a un mundo que ha cambiado.
El hombre mira al poeta
y el poeta intuye una lágrima.
¿Dónde la visión de lo eterno;
dónde la mirada enamorada?
El hombre que hasta ayer amó,
en la piel de su sombra amada,
hoy calla y escribe poemas;
entonces, ¿dónde el primer milagro?
viernes, abril 10, 2020
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