Hay días en los que asumo
tu proximidad como cosa de la piel;
como cuando me ardes adentro,
quemándome en la intuición
como salto hacia la lujuria,
en el gesto profundo de una mirada;
penetrándonos de ocaso en ocaso,
fundidos en una plegaria,
extendida desde el verbo fuego
hasta la quimera
que de las formas de un recuerdo
recrean la totalidad absoluta de tu cuerpo.
Entonces, beso tu nombre y hago
de tus gemidos mi piel en llamas.
miércoles, abril 08, 2020
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