Bajo tu vientre de estrellas,
todas las constelaciones en un beso,
todo el amor en un gesto,
todo el sexo como lágrimas de Venus,
todas las sonrisas por tu entrega.
Bajo tu ombligo de cataclismos,
toda la savia de los excesos,
todos los labios en bocas en llamas,
todas nuestras caricias en mil desvelos.
Bajo tus ojos, tus labios, tus senos,
la historia toda de mi saliva,
la noche íntima que se abre paso
hacia la hoguera viva de nuestra alquimia.
Bajo tus sombras de océanos,
todo el diluvio, entre tus manos y las mías,
y todo tu beso adentro del mío,
pan de mi verdad
y vino de mi renacimiento.
miércoles, abril 08, 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LA CARROÑA
Dios me libre de esos feligreses que vienen de ser carroña asquerosa, que liban a diario los jugos pútridos del verso malogrado ...
-
Arthur Fleck escribe en su bitácora de bromas, reflexiones y desatinos, el simulacro de un poema que, como nunca ni nadie, me...
-
Vos recogiste con ternura pedacitos de mí por todas partes y me volviste a armar nuevamente, hombre, barro y voz, en tu mirada; y me hici...
-
Mientras ese desahuciado intento de astro titilante brilla allá arriba, aquella triste y fascinante mariposa de la noche revolotea más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario