Veo a la noche
a través de tu mirada
y el cielo me parece un cántaro de luz
pronto a desbordarse en mis labios
cuando tu beso
es el oasis de mis desvelos.
Veo tus ojos
y en tus ojos la noche,
misterio insondable de los gemidos
y toda la fiebre propia concentrada
en una gota de azul veneno,
cuando mis manos rehacen tu cuerpo.
Veo tu piel
y tu piel me sabe
a bendición sin tiempo,
a estrella toda y dispersa
en la constelación de mis ansias
o en la cartografía de nuestros deseos.
miércoles, abril 08, 2020
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