1.
Me han dicho
que debo desacostumbrar
el hueco que supiste tejer
entre mis brazos;
porque te vas, inevitable,
para quedarte inalcanzable
a mis manos.
2.
Yo no sé cómo es posible
este desgarro del adiós último,
y de la palabra quebrada.
La verdad, no lo sé;
pero me partes, desde hoy
que te vas, a pasos de tiempo,
borrando en el vuelo las huellas
de tus abrazos y besos primeros.
3.
Te vas; te me estás yendo,
en manto de oscuridad
envuelta, sin regreso.
Te vas, y te llevas contigo
mi última sed de desasosiego,
como siempre,
enseñándome el camino.
lunes, junio 30, 2014
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