Lo primero fue
el beso de su mirada
luego
la desnudez de sus palabras
y por último
la conquista de mi alma.
Yo la buscaba
en el revés de los días
y en las sombras de la ausencia
en el costado de los silencios
y en el pasado de un gemido.
Lo último fue un adiós
balanceándose en sus cabellos
alejándose
con aplomo en el bamboleo
adentrándose
en las distancias del olvido.
jueves, abril 10, 2014
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