_____________________ a C. Baudelaire
Diminutas asquerosidades, ¡hordas del infierno!
zumbadoras perennes en las viles consciencias.
Hacen suyos... los rincones pútridos del corazón
cual inmundos hervideros de larvas hediondas.
Ellas, las fecundan, cultivan masas de gusanos
¡pequeñeces vivas!, retorcidas sobre sí mismas
crecen, agigantándose, con el tiempo y la culpa
¡Reinas imperiales de los vicios más profundos!
Molestas siempre, acortan las horas del sueño
no saben del descanso, ¡obreras de lo pútrido!
compañeras fieles... de los instintos criminales.
Las moscas, complejas sensibilidades del alma.
sábado, abril 05, 2014
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