Me suele suceder
de no entender nada
y acaso sea esta mi vocación.
Nada entiendo, nada invade
y por algo... todo me afecta.
Hago de mi propias confusiones
un desfile obsceno...
y me siento a esperar a que amanezca.
Alguien que siempre la tiene más clara
vendrá para arrancarme un sano juicio
ya sea por la fuerza... o la santa razón.
Yo sigo a la espera. Calmo... desvelo.
sábado, abril 05, 2014
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