miércoles, febrero 11, 2015

Éramos



Aunque éramos de pétalos en común,
no éramos arcilla del mismo árbol;
ella solo habitaba en rutas sin destinos,
por donde yo nunca asenté suelas de viento.

No éramos puentes ni encrucijadas;
mas éramos temblor y quiebre;
y zanjas; y heridas; y hondos abismos
desangrando en interrogantes.

A veces éramos el revés de un pronombre;
y otras veces,
solo éramos el resonar de algunas palabras,
para olvidarnos hasta de nuestros nombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CARROÑA

Dios me libre de esos feligreses que vienen de ser carroña asquerosa, que liban a diario los jugos pútridos del verso malogrado ...