martes, abril 29, 2014

Si de pronto me dijeras



Si de pronto me dijeras que ya no vas a venir
que en tu vida han surgido mayores prioridades
que mis versos ya no tienden ni teje puentes
ni mi amor pavimenta las avenidas que hasta ayer
te traerían hasta mí... Entonces,
¿qué hacer con este corazón doliente,
parido para la espera de un ahora nunca jamás?

No lo hagas, no; no me digas nada.
Prefiero que viento me traigan tus alas
y que el mar me susurre tu cobardía
bajo; tan bajo; tan bajo...
que me sea imposible de percibir.

Prefiero que, rostro fundido al suelo,
la tierra me grite hasta el ensordecimiento
que ha labrado con oscuras fibras de raíz
una prenda eterna para la gala de la huida.

Ya no hables; ya no escribas
deja que la noche se pose en mí
y que las aves nocturnales engullan mis penas
hasta dejar venir hasta mí
las sombras de tu despedida.

lunes, abril 28, 2014

Yo jugaba



Yo jugaba y revoloteaba
en el filo agudo de sus dientes
cuando dejaba, por momentos,
su boca entreabierta.

Yo había sobrevivido
a otros eminentes peligros del amor
¿y qué podía implicarme...
enamorarme otra vez y caer?

Solo el cielo era el límite
y los altos anhelos... eran todo.
Yo jugaba... imaginaba mundos
por conquistar y besar.

Su cuerpo entero
cartografía para emprender el vuelo;
su ombligo mi brújula
y sus senos mis luceros;

todo, absolutamente todo
era una invitación para el encuentro;
para mirarnos tras los ojos
y hablarnos en las miradas.

lunes, abril 21, 2014

Las Lluvias



Sabíamos tan poco de las lluvias
que mojarnos
era solo un accidente
entre lo geográfico y el dolor.

No es que llueva



No es que llueva;
es que me llueves
ahí, donde el sol
no hace de las suyas
donde cada cosa
te recuerda aún viva
pero tan lejos,
como las nubes que mojan.

No es que llore;
es que me llora por dentro
es que el sol me deshidrata
como fruto partido
y ya ni el gusto
me sabe a encanto;
y me enredo en aguas perdidas
en tiempos de sequía.

No es que nos dejemos;
es que seguimos distintos
mirándonos
desde extremos enfrentados
como esos edificios
que se saben todas sus historias.

domingo, abril 20, 2014

La última cena

y el nazareno nos enseñó a resucitar
y tuvimos que andarnos con mucho cuidado
por si los amantes de la muerte
nos denunciaban

tuvimos que aprender
a hacer de nuestras cenas, la última cena
y convidarnos entre sí
y devorarnos, el uno a la otra y viceversa

tuvimos que buscarnos
entre los olivos
cuando la oración final
eran nuestros cuerpos

y no éramos más que maestros y discípulos
unas veces uno; otras veces la otra
indiferentemente.

Quizás uno, tal vez el otro



Y aunque la cura moderna diga... "se puede"
insistiré infatigablemente en mi "¡no quiero!"
porque no es capricho mío este dolor impío,
ni es mero regodeo en las entrañas del sufrir.

Hemos sido dos los que debimos renunciar;
ni uno más que el otro, hasta que se muera.
Pues estas cosas deben morir, como muere
el sol, de a poco, vistiéndose de anochecer.

Quizás uno, tal vez el otro... pueda renacer,
y amanecer con los restos de lo que fuimos.
Quizás uno, tal vez el otro... seremos olvido
nutriendo en el saco gordo de los recuerdos.

Parece Imposible

¿Cómo se le rompe la espalda a este dolor;
cómo le transfiero esta neuralgia al tiempo?
Parece imposible, como tantas otras cosas.

Hoy he padecido de un desgarro metafísico
igual en todo, al dolor por la muerte de dios.

No sé si habrá resurrección posible para mí,
para el hombre que se ha visto destrozado;
para este cuerpo que ha sido mutilado vivo
de la promesa ancestral de felicidad perdida.

sábado, abril 19, 2014

Renacimiento



He sentido la hierba perfumada en mis sienes,
y los pájaros alborotados enredados en el viento.
Esto es lo que necesitaba, compañeros,
dar pasos, los míos propios, de mole devastadora,
bajo este cielo fulminante de luz nueva;
y así, sentirme vivo, abrazando por fin la vida.

Este último otoño no fue igual de generoso;
me había teñido de nieve los cabellos
y he sentido el susurro suave de la muerte
avisándome sobre su apetencia por mi alma.
Yo la he mirado a los ojos y le he sonreído;
mas no me importaban sus guiños seductores.

Mis canciones guardadas en tibios bolsillos
han saltado al desborde de la vista iluminada;
los riachuelos saltaban entre las piedras alegres
y los árboles de antaño me han contado sobre ellos.

Aquí estoy nuevamente de regreso, compañeros.
Traigo conmigo un hermoso bagaje de sueños
entre rimas frescas y ritmos renovados,
para cantarle a la naturaleza sobre su gesto exaltado.

He aquí mi nacimientos, para deleite de mis amigos.
¡Sí, es mi renacimiento y mi apuesta a la vida!
Todas mis energías se han reconcentrado sobre sí,
para mostrarme el bello espectáculo de la naturaleza.
¡Todo canta; todo vive; todo se me traduce en versos!

Desandando ruinas



No tengo más ganas que las de dejarme llenar los pulmones de aires, y las de seguir escribiéndote aunque ya no me leas... ni siquiera para ignorarme. Como si todos los buzones del mundo se hubieran tragado sus bocas; y los carteros todos, en huelga de amores.

Esta noche debo romper copas con los dientes de un verso; vestidos desusados; desamores con la etiqueta aún pegada, en el revés de todos los silencios desnudos. Debo robarle al fondo de una botella, las últimas gotas de sangre que me ha bebido, en esta borrachera de la existencia.

No; no creas en mis delirios. Sería tristemente clásico enamorarse de mí. Solo te queda dejarme pasar, como se hace con las aguas del río, donde siempre me verás lavándome las manos.

Estos labios de ríos, de sangre herrumbrada, no saben a besos de amor ni a pasión de los encuentros clandestinos. Mejor, sigue las nubes montadas sobre el viento. Vete y olvida, pero vete.

Sonrisa transparente

El límite horizontal
de todos mis tormentos
es en el infinito
una sonrisa tiernamente transparente
como la noche de todos los dolores
dando de cabeza
contra las paredes de la incomprensión
en esta ciega intuición
de que detrás de toda ronda infantil
lo humano se torna en perversión.

viernes, abril 18, 2014

Estoy harto; cansado; fastidiado



Estoy harto; cansado; fastidiado; y jodido.
Cansado de las quejas; y de no hacer nada.
Más hubiera preferido vivir en otro tiempo;
otras o las mismas latitudes... otro espíritu;
menos harto de estar harto, más fastidiado.

¿Y quién sabe si no, haber cogido un fusil?
E ir tras un sueño de locura y muerte fútil
como la de otros; como han vivido otros,
viviendo el anhelante encanto de un ideal
en un mundo vil que se les iba pudriendo.

Harto de acumular años en la comodidad;
de secarme al viento fiero de la impotencia
que no da tregua, que me reclama a diario
que me inaugura viejo y jodido y muerto.
Estoy harto; cansado; fastidiado; y jodido.

Cansancio de Siglos



Tengo un cansancio
de siglos de incomprensión en el alma.

.....

Ya ni los pájaros me nombran
en ese raro idioma de los cielos
ni los días ni las noches siquiera.

.....

Solo soy una leve sombra
pronto a desaparecer en oscuridades.

.....

Abre sus fauces furiosa la Nada
y sudan por mí... el olvido y la indolencia.
Estoy siendo... el padre del devenir
y el canto sacrílego de los tiempos.

Los Aviones



Parece absurdo de plantear
pero los aviones
llevan y traen
a los otros...
nunca a quienes queremos.
Es inusual.

Pero,
otras veces llegan;
y llegan
llenándolo todo de ausencia.

Llegan y nos dan vuelta;
nos dejan vacíos de raíz.

martes, abril 15, 2014

En la víspera



No era ámbar la mirada;
era la luna
como no la hemos de habitar nunca.

Y la presencia
era otra;
y los besos
las sonrisas
cuando nos amanecía.

No eran ámbar las miradas,
ni siquiera
lo era la luna;
era tal vez, no lo sé,
esa miel derramada
en la víspera
de lo anhelado.

lunes, abril 14, 2014

Sin penas ni glorias

Paso primero... me enciendo un cigarrillo;
casi que aún no termino de abrir los ojos.
En las penumbras, absurdamente, tal vez,
doy manos a doquier y te busco. No estás.

Ha sido corta la noche. El vaho del alcohol
persiste tras la trastiendas de mi cansancio
como si se fuera a quedar conmigo... hoy.
Sin restregar los ojos, tanteo nuevamente.

Hoy no estás, otra vez... y como siempre.
Me levanto, dando pasos intrascendentes.
No eres como la luna; estás algo ausente
y la humanidad en mí pasa como invisible.

El gran salto del hombre, del sueño al sueño
ha de ser, finalmente... sin penas ni glorias.
Me incorporo; alisto mi café, y por un instante,
al pasar junto a la ventana, me fugo en vuelo.

He llegado donde mis recuerdos más lejanos;
están allí... donde mismo los dejé al partir.
Llego hasta el viejo baúl, y sin siquiera abrirlo
me vuelvo presto a mi presente. Listo mi café.

Domingo

La brisa de la muerte
ha engalanado el paso del nazareno.
En el aire se blande
el fatídico destino de maderos,
entre quebradas lágrimas de olivos.

jueves, abril 10, 2014

Mi verso calla

Cada espacio vacío y blanco
me grita... la compleja forma
del nombre, para mí sagrado,
que mi verso calla en la rima.

Oda al Siglo XXI

La poesía es una mierda;
¡contemplad las nuevas ciudades!
al horizontes, lejos de estos tiempos.
¡Vamos hacia el progreso, dulce compañera!

Los cántaros lucen vacíos, secos, quebrados.
La sed no ha sido saciada aún,
ni lo será mañana tampoco.

Ella besa gustosa sus últimas úlceras.

Nos ha acontecido la noche
en la estación final de los siglos;
juntos hemos mordido a rabia la tradición.

La poesía es una mierda;
es necesario quemar a los poetas.
Ella se ha escapado de casa;
ha desoído las voces ancestrales de su familia;
se ha escapado, por sobre las altas avenidas,
junto a un poeta de pueblo desconocido.

¡Mirad a través de los cristales inauditos de la mañana!

La nueva incandescencia ha rajado las telas;
se ha deshilachado la trama del engaño.

Las armas quedan mejor
en manos de los nuevos santos.
¡Contemplad los excéntricos disparos!
Niños y viejos... mueren junto a sus mujeres.

¡La poesía ha sido una mierda!
Y esta pesadilla por fin se ha terminado.

Saberte Cerca

Me tienta la idea de saberte cerca
pisando las sombras de mis noches
esperando a que regreses
de donde sea que te hayas ido
dejando tus huellas en mi voz
sabiéndome sumiso a tus nubes
y a la capacidad de llover sobre mí.

En casa,
hay rincones que te saben ausente
como una puñalada que va dibujando
en relieves tu nombre con silencios;
como heridas que sangran palabras
y se hacen costras y se secan mudas.

Cifra que Susurra

Eres la cifra que susurra el resplandor
y en cálidas brisas, el torrente de brío
cuando las venas explotan en éxtasis
en un antes, un durante y un después.

Hija de todas mis noches, eres el alba.
Llegas cortando el desvelo sutil con luz
iluminando la totalidad de mis deseos,
cuando mi piel toda te nombra dueña.

Eres el alba

Hija de todas mis noches, eres el alba;
llegas cortando el desvelo sutil con luz
iluminando la totalidad de mis deseos,
cuando mi piel toda te nombra dueña.

Eres la cifra que susurra el resplandor,
cálida brisa que corre extasiada en mí
cuando las venas explotan en éxtasis
antes, durante y después del tiempo.

Éramos dos

Y el día se fue iluminando
mientras besaba sus sombras.
Y entonces, éramos dos
y el mar era confuso...
pero éramos dos;
y éramos como esas islas
atragantándonos a despedidas.

Presencia

Lo primero fue
el beso de su mirada
luego
la desnudez de sus palabras
y por último
la conquista de mi alma.

Yo la buscaba
en el revés de los días
y en las sombras de la ausencia
en el costado de los silencios
y en el pasado de un gemido.

Lo último fue un adiós
balanceándose en sus cabellos
alejándose
con aplomo en el bamboleo
adentrándose
en las distancias del olvido.

Antropos



Poco es lo que se sabe
sobre la hora obscena
plumaje de coloridas horas
el cenit sobre las calvas.
Su vestido se desgarra
allá en el horizonte;
el tajo va creciendo,
y de su desnudez los días.

Arrogancia del Verbo

El poema se demora, trabado
en las astillas de un recuerdo
desgarrando y desgarrándose
a lo largo, y a cada paso,
en la garganta del silencio.

Abril nos duele

Abril se nos duerme en la sangre
y despierta cuando ha pasado
nos deja la pregunta trisada
prendida entre los recuerdos.

Abril se nos queda en pasado
como lluvia que siempre moja
bajo los párpados cansados
cuando se nos empozan los años.

Abril nos duele en los cajones
y en los sótanos del olvido
en las miradas que ya no hablan
y en las caricias que ya no queman.

Abril se nos vuelve versos
y canciones para la tristeza
se vierte a lágrimas llenas
en los cristales de los espejos.

El Gremio de las Musas

Hay ángeles
en el gremio de las musas
que solo pueden viajar
zurcidos en el revés
de unas braguetas en llamas.

Empapelar Poemas

En las paredes antológicas de mi cuarto
yacen pegadas las hebras de tus huidas.
Son enlaces muertos a cada poema mío;
los siento... como si fueran hijos propios.

Explorar el Caos

La verdad es que no puedo siquiera
pensarme sino es en los fragmentos;
en la explosión misma de mi ser uno
desperdigándose en palabras y versos.

Centro que se busca en un sí mismo,
pero que solo se halla como la trama,
como el despliegue de hilvanes grises
desatándose los nudos ciegos del ser.

No puedo más que explorar el caos
que me constituye desde el afuera...
El poema es el intento casi frustrado
por divisarme en la red como unidad.

No me es posible encontrarme idea;
de pensarme siendo el pensamiento
en sí, de sí... y desde sí. Es el poema
la fuente primigenia de este soñarme.

El espejo se ha rato entre mis labios;
he mordido todos los verbos juntos;
los he conjugado a piel y a venas...
por el debajo de mí, entre los huesos.

El Poema

La rosa se desgajó en versos;
secó la fuente,
y nos maduró la muerte.
Nos fuimos yendo
quedándonos en el poema.

Manuales de cabotajes

____/ a la Sra. Marcela Lokdos

Ella, como quien con palabras
tiende puentes para los vuelos
diseña manuales de cabotajes
para acróbatas suicidas. Ella...
cría gusanos entre paredes, y
en los vacíos de los gargueros.

Aquí no se ha follado

Follar, aquí no se ha follado
si no se ha quebrado la espina del amor
en el vientre alocado de las furias.

Aquí las lágrimas son solo para las niñas;
tú has madurado los gemidos
en la casa del dolor
en las habitaciones de las muñecas usadas.

Las mariposas aquí no van al cielo;
y follar... follar, no se ha follado
si no se ha desgarrado el amanecer
entre las sábanas gastadas de la noche.

Aquí las rosas tienen voces femeninas
y se cultivan a escondidas tras los espejos
lejos de la casa de sombra paterna.

Aquí las mariposas no van al cielo
arden como luciérnagas en las farolas
y en las avenidas que desfilan hacia el infierno.

Los huesos de mi tristeza

Hoy deseaba escribirte
una bonita canción de amor
y el cielo me ha mostrado
una verdad en descomposición
mientras las moscas roían
los huesos de mi tristeza.

He levantado el rostro sintiendo
que podía contra todo el mundo
y tu mirada me ha destrozado el corazón
mientras preparábamos el desayuno
de los cuerpos mutilados.

Mi vida había sido desde siempre
un desearte cada vez más cerca
cuando la distancia te desnudaba
entrando y saliendo de casa
con el gesto cansado de los años
y un breve adiós en los labios.

sábado, abril 05, 2014

Quisiera ser velero

Quisiera ser velero y naufragar
ahondarme en el vientre mismo de los mares
tragar enérgico todas las aguas
y cortar con mi cuerpo
el golpe bravo de las olas.

Quisiera ser y sentir la efervescencia violenta
la espuma blanca en mi sangre y en el azul
el marítimo olvido de la distancia
y el desgarro cruel de la desesperanza.

Quisiera ser velero y naufragar
y besar el fondo vivo y colorido de un arrecife.
Quisiera, quise y querré siempre...
ser olvido en la distancia y en la mar.

Herida de muerte

¿Por qué no abrir una herida de muerte en el silencio
con uno de esos gemidos que bien sabemos los dos?
Sería tan bello ver a las noches sangrando de envidia;
y ver cómo sus lágrimas, empapan las sábanas frías.

Mi vocación

Me suele suceder
de no entender nada
y acaso sea esta mi vocación.
Nada entiendo, nada invade
y por algo... todo me afecta.

Hago de mi propias confusiones
un desfile obsceno...
y me siento a esperar a que amanezca.

Alguien que siempre la tiene más clara
vendrá para arrancarme un sano juicio
ya sea por la fuerza... o la santa razón.
Yo sigo a la espera. Calmo... desvelo.

Mi amargura

La noche se ha empozado en mi amargura
y el amanecer... me ha traído de regreso
el veneno de los días impregnado de horas.
La vida debiera ser una pura contemplación
y la muerte, el único sueño de los olvidados.

Reflexiones

Me he de quedar parado bajo la sombra
sin siquiera preguntarme si soy o no soy
o si pienso y, por lo tanto, luego existo.
No, nada de esos, ¡delirios metafísicos!

Sentado a la orilla de un río de aguas frescas
no pensaré que este río es el mismo y otro
ni al ver los pájaros en pleno vuelo
negaré el movimiento del universo.

Disfrutando de la cálida brisa de la mañana
cuando la inmensidad despierta a mis sentidos
no daré crédito al mundo de las ideas
cual si de ellas derivase la belleza de lo que veo.

Y no es que no me guste la reflexión filosófica
pasa que, prefiero sentir en el beso de tu boca
en la experiencia existencial y mística
que revitaliza el ser de mis antojos.

Creer en ti, para luego existir, no es alternativa
ni lo es el no creerte, e igual seguir muriéndome.
Tampoco lo es el no tenerte ni tocarte
prueba del valor divino de las palabras.

No lo es, pero pudiera; y si lo tal estuviera siendo
aún cuando fuera materia corruptible de todo sueño
entonces, la mente del soñador despierto ya sabría
que el sueño que sueña, es sueño de otro soñador.

649

Bruma, niebla y frío
zumbaron como balas
y lo hacen todavía
en el Atlántico Sur
en el azul más parco.

Busca-minas

El poema se fugó,
dejando una estela de ausencia a su paso.

Ahora
solo quedan en carnes vivas las cosas
tu mirada
tu sonrisa
esa voz sin melodías
y un cuarto revuelto sin vacíos

unos libros
palabras mudas
que me reclaman a gritos por tu regreso
unas noches
unas sábanas tibias

y el poema que se ha ido.

Epicentro

Mi epicentro es una voz
oculta bajo la lluvia;
no siempre moja, pero aturde.

Es una mirada
rompiendo entre las palabras,
que me sabe a cada paso
y me intuye en mis desvelos.

Mi epicentro es tu voz
quebrado por tantos silencios.

Corsarios besos

¿Y si me doy en unir puntos como estrellas
formando en ti constelaciones maravillosas
en honor a la misma Venus, diosa del amor?

Hilados de besos y caricias que recrearán
rutas de navegación para corsarios besos;
y la búsqueda de tu bello tesoro enterrado
entre las sombras... y a la luz a los deseos.

Un astrolabio de piel fijará los nuevos cursos
en la aventura azul de los mares y los cielos
y una brújula de sentidos alertas nos guiará
donde compases de tibiezas nos lo marquen

por entre la longitud de tus ansias de lunas
en medio del océano sideral de tus anhelos.

Hay miradas

Hay miradas
que abrazan y queman
en el mismo instante
en que nacen
en lo más hondo,
allí donde las flores nacen,
bajo el signo del amor
entre las lluvias horizontales.

Silencio mutuo

Nunca hubo lluvia que no inundara su mirada
ni cuartos deshabitados por la desesperación;
así la conocí... con esos párpados de lágrimas
y una voz... que se ahondaba en los infiernos.

Sus palabras empapelaban de blanco las mías
cuando asistíamos al festín del silencio mutuo
con el verbo de sangre flotando en el espacio.
Ella, afilaba su sonrisa de navaja en mis labios.

Uno debiera callar

Uno debiera callar
tantas veces...

pero, el juicio es débil
y la pluma demasiado liviana.

Uno debiera ahondarse
a veces, en pensamientos

mas cuando la noche
abandona nuestro cielo
la claridad solo oscurece.

Las Moscas

_____________________ a C. Baudelaire

Diminutas asquerosidades, ¡hordas del infierno!
zumbadoras perennes en las viles consciencias.
Hacen suyos... los rincones pútridos del corazón
cual inmundos hervideros de larvas hediondas.

Ellas, las fecundan, cultivan masas de gusanos
¡pequeñeces vivas!, retorcidas sobre sí mismas
crecen, agigantándose, con el tiempo y la culpa
¡Reinas imperiales de los vicios más profundos!

Molestas siempre, acortan las horas del sueño
no saben del descanso, ¡obreras de lo pútrido!
compañeras fieles... de los instintos criminales.
Las moscas, complejas sensibilidades del alma.

La gente bonita

¡Adoro; amo a la gente bonita!
Bonitas por dentro o por fuera,
eso poco importa, realmente...
Adoro y amo lo bonito en ellos.

Pero, lo que no me gusta nada,
bajo ningún pretexto... es que,
pasando a mi lado, cínicos ellos,
escupan en mi cara su nombre.

Amo y adoro lo bonito aún más
porque todo me la recuerda ahí
donde el silencio me la regresa...
luego de venir de andar en nada.

La amo, en el verbo que me besa
y en poema que me va naciendo
entre las palabras de nuestro ayer
en las caricias y las tiernas miradas.

Hasta aquí

Hemos llegado hasta este punto, arrastrados por el deseo mutuo que nos quemaba bajo la piel, en esto de leernos, hablarnos y escucharnos, y...